1808-2008: 200 años del Levantamiento

La lucha callejera
Estatua erigida en Santander a la memoria del capitán de artillería Pedro Velarde Santillán, heroe cántabro de la Guerra de la Independencia Española muerto durante el levantamiento del 2 de mayo de 1808 en Madrid.Los madrileños tuvieron que descubrir en ese instante las necesidades de la guerra callejera: constitución de partidas de barrio comandadas por caudillos espontáneos; obligación de proveerse de armas (luchaban navajas frente a sables); necesidad de impedir la llegada de nuevas tropas francesas...Todo esto no fue suficiente y Murat pudo poner en práctica una táctica tan sencilla como eficaz. Cuando los madrileños quisieron hacerse con las puertas de la cerca de Madrid para impedir la llegada de las fuerzas francesas acantonadas fuera de Madrid, el grueso de las tropas de Murat (unos 30.000 hombres) ya había penetrado en la ciudad, haciendo un movimiento concéntrico para adentrarse en Madrid.Si bien la resistencia al avance francés fue mucho más eficaz de lo que Murat había previsto, especialmente en la Puerta de Toledo, la Puerta del Sol y el Parque de Artillería de Monteleón, esta operación permitió a Murat poner a Madrid bajo la jurisdicción militar. Esto es, tratar a los madrileños como rebeldes. Puso igualmente bajo sus órdenes a la Junta de Gobierno.Poco a poco, los focos de resistencia van cayendo. Acuchillamientos, degollamientos, detenciones... Mamelucos y lanceros napoleónicos extreman su crueldad con el pueblo madrileño. Cientos de españoles, hombres y mujeres, y soldados franceses murieron en esta refriega. El lienzo de Goya La Carga de los Mamelucos refleja la luchas callejeras que tuvieron lugar ese día.Daoíz y Velarde
Mientras tanto, los militares españoles permanecían, siguiendo órdenes del capitán general Francisco Javier Negrete, acuartelados y pasivos. Sólo los artilleros del parque de Artillería sito en el Palacio de Monteleón desobedecen las órdenes y se unen a la insurrección. Los héroes de mayor graduación serán los capitanes Luis Daoíz y Torres (que asume el mando por ser el más veterano) y Pedro Velarde Santillán. Con sus hombres se encierran en el Parque de Artillería de Monteleón y, tras repeler una primera ofensiva francesa al mando del general Lefranc, mueren luchando heroicamente ante los refuerzos enviados por Murat.Los levantados en armas
El Dos de Mayo de 1808 no fue la rebelión de los españoles contra el ocupante francés, sino la del pueblo español contra un ocupante tolerado (por indiferencia, miedo o interés) por gran cantidad de miembros de la Administración.La Carga de los Mamelucos antes citada, presenta las principales características de la lucha: profesionales perfectamente equipados (los mamelucos o los coraceros) frente a una multitud prácticamente desarmada; presencia activa en el combate de mujeres, algunas de las cuales pierden incluso la vida (Manuela Malasaña o Clara del Rey); presencia casi exclusiva del pueblo y del elemento militar.La represión
El Tres de mayo de 1808 en Madrid: los fusilamientos en la montaña del Príncipe Pío, de Goya. Museo del PradoLa represión es cruel. Murat no se conforma con haber aplastado el levantamiento sino que tiene tres objetivos: controlar la administración y el ejército español; aplicar un riguroso castigo a los rebeldes para escarmiento de todos los españoles; y afirmar que era él quien gobernaba España. La tarde del 2 de mayo firma un decreto que crea una comisión militar, presidida por el general Grouchy para sentenciar a muerte a todos cuantos hubiesen sido cogidos con las armas en la mano (Serán arcabuceados todos cuantos durante la rebelión han sido presos con armas). El Consejo de Castilla publica una proclama en la que se declara ilícita cualquier reunión en sitios públicos y se ordena la entrega de todas las armas, blancas o de fuego. Militares españoles colaboran con Grouch en la comisión militar. En estos primeros momentos, las clases pudientes parecen preferir el triunfo de las armas de Murat antes que el de los patriotas, compuestos únicamente de las clases populares.En el Salón del Prado y en los campos de La Moncloa se fusila a centenares de patriotas. Quizá unos mil españoles perdieron la vida en el levantamiento y los fusilamientos subsiguientes.Consecuencias
Murat pensaba, sin duda, haber acabado con los ímpetus revolucionarios de los españoles, infundiéndoles un miedo pavoroso (garantizando para sí mismo la corona de España). Sin embargo, la sangre derramada no hizo sino inflamar los ánimos de los españoles y dar la señal de comienzo de la lucha en toda España contra las tropas invasoras. El mismo 2 de mayo, por la tarde, en la villa de Móstoles ante las noticias horribles que traían los fugitivos de la represión en la capital, un destacado político (Secretario del Almirantazgo y Fiscal del Supremo Consejo de Guerra), Juan Pérez Villamil hace firmar a los alcaldes del pueblo (Andrés Torrejón y Simón Hernández) un bando en el que llama a todos los españoles a empuñar las armas en contra del invasor, empezando por acudir al socorro de la capital. Dicho bando haría, de un modo indirecto, comenzar el levantamiento general, cuyos primeros movimientos (suspendidos eso sí) fueron los que promovieron el corregidor de Talavera de la Reina, Pedro Pérez de la Mula, y el alcalde Mayor de Trujillo, Antonio Martín Rivas; ambas autoridades prepararon alistamientos de voluntarios, con víveres y armas, más la movilización de tropas, para acudir al auxilio de la Corte.
1 comentario
miguel -
La Junta de Gobierno ha dado hoy luz verde a la participación del Ayuntamiento de la Ciudad en la creación de una comisión para la celebración del bicentenario del levantamiento del pueblo de Madrid, el dos de mayo de 1808. La propuesta ha sido planteada por la Concejalía de Gobierno de Las Artes.
La citada delegación estaría compuesta por la Administración General del Estado, la Comunidad y el Ayuntamiento de Madrid, así como por el Ayuntamiento de Móstoles. El propósito de la iniciativa es la organización de un extenso programa de actividades culturales dirigidas a conmemorar y dar testimonio, durante todo el año 2008, de uno de los episodios más destacados de la historia de España.
Los archivos y museos municipales cuentan con un importante patrimonio documental y relevantes colecciones, que se pondrían a disposición de todos los madrileños para celebrar uno de los capítulos más transcendentales de la historia de su ciudad.