Fundación Mapfre la exposición 'Impresionismo'
Como los impulsores de un nuevo Renacimiento, como los creadores de una nueva sensorialidad, de un nuevo exotismo, de otra rebeldía. Así presenta la Fundación Mapfre la exposición 'Impresionismo', que acoge estos días en una de sus dos sedes madrileñas (Paseo de Recoletos, 23).
Una muestra realizada en colaboración con el Museo d'Orsay de París (cerrado por obras) y que atrae a los grandes maestros del movimiento fundacional de la modernidad artística en Europa. Eduard Manet es, de algún modo, el oráculo de la cita. Con él empieza y con él acaba un recorrido que reúne 90 obras entre las que destacan algunas obras maestras de Monet, Renoir, Sisley, Pissarro y Cézanne, entre otros.
Muchas de esas piezas no habían salido antes de la pinacoteca francesa, como sucede con el 'Retrato del general Prim', de Regnault, o 'El globo' y 'La paloma', dos piezas significativas del extraño Puvis de Chavanne.
"Esta exposición responde a una vieja idea: la de presentar el nacimiento del arte moderno", comenta Pablo Jiménez Burillo, director general del Instituto de Cultura de la Fundación Mapfre. "El Impresionismo surge en un momento dramático, el de la Comuna de París. Y estos artistas piensan que deben abrirse en sus obras a una realidad más verdadera, a la Naturaleza".
De ahí el entusiasmo, de un lado, y la extrañeza, de otro. Ambos registros colisionan en su pintura. "Con ellos el arte vuelve a empezar de una manera distinta", afirma Jiménez Burillo.
Entre las piezas de la muestra destacan algunas imprescindibles como 'El pífano', de Manet; 'La estación de Saint-Lazare', de Monet; 'La balançoire', de Renoir; 'El golfo de Marsella visto desde L'Estaque', de Cézanne; o 'La clase de danza', de Degas.
0 comentarios