El nuevo museo del Ejército
El nuevo museo del Ejército de Tierra, inaugurado hoy con la presencia del Príncipe Felipe en el Alcázar de Toledo, mantiene el despacho del general Moscardó que dirigió a las tropas nacionales durante el asedio de los republicanos en el edificio toledano, así como la transcripción de la conversación que mantuvo con sus enemigos acerca de su hijo al que raptaron para forzar, sin éxito, la rendición del bando franquista en aquella contienda. No obstante, el citado despacho está en una habitación fuera de la Sala dedicada al Siglo XX.
Según informaron fuentes militares, el despacho del general José Moscardó, que ya se encontraba expuesto en la antigua sede del museo en el Casón del Buen Retiro, ha sido trasladado a su nueva ubicación prácticamente en idénticas condiciones.
Entre los elementos que se mantienen es el intercambio de comunicaciones que en pleno enfrentamiento mantuvo con los captores de su hijo Luis y que, según las mismas fuentes, constaba en el diario de actuaciones del Alcázar. La única diferencia con la sede anterior es que a partir de ahora los asistentes tan sólo podrán leer la conversación y no escucharla tal y como se mostraba antes.
Durante el acto de inauguración de hoy, el Príncipe pudo contemplar algunas de las salas principales del museo en una breve visita guiada que, minutos después, realizaron también los medios de comunicación.
Sin embargo, el asedio al Alcázar de Toledo, uno de los enfrentamientos más emblemáticos del la Guerra Civil, fue recordado en varias ocasiones por los participantes en el acto de inauguración. Cachón lo definió, "uno de los episodios más recordados" de aquella contienda bélica, mientras que Barreda llegó a dirigirse en su discurso a "un ex combatiente en el asedio, un general de brigada retirado" que estaba presente en la sala, a quien saludó "como símbolo de reconciliación definitiva".
RECORRIDO TEMÁTICO E HISTÓRICO
El museo ofrece a los visitantes la posibilidad de contemplar sus salas por medio del ’Recorrido Temático’ (uniformes, condecoraciones, fotografías...) o el ’Recorrido Histórico’ (el Estado Liberal, Restauración, la monarquía ilustrada...)
El Príncipe sí pudo, por ejemplo, visitar la Sala dedicada al Siglo XX que el folleto del museo ilustra con una imagen del dictador Miguel Primo de Rivera y define como "época de grandes cambios y de conflictos bélicos en la que juegan un papel decisivo los avances materiales y tecnológicos por la construcción de armamento militar".
Esta Sala se centra en los principales mandatarios del siglo pasado y así se muestra una imagen del capitán general de Barcelona Primo de Rivera. En la explicación que le acompaña se puede leer: "a pesar del éxito en la resolución de algunos problemas, no puede estabilizar la situación política y social de forma que supone la quiebra del régimen de la Restauración de la Monarquía Constitucional que al transformarse en una monarquía autoritaria, queda deslegitimada y contribuye a la proclamación de la Segunda República.
UN VÍDEO DEL 23-F
A pocos metros de Primo de Rivera se encuentra la parte dedicada al Rey Juan Carlos, que se resume en un busto del monarca y una pantalla en la que se pueden ver imágenes del intento frustrado del golpe de Estado del 23 de febrero de 1981 acompañado de la voz del Rey en la intervención televisiva en la que manifestó la lealtad de la Corona a la Constitución y al Estado de Derecho.
En cuanto a la figura del dictador Francisco Franco, cuyo régimen se extendió durante casi cuatro décadas (1939-1975) también se resume en un busto alguno de sus uniformes y una explicación en la que se apunta que "tras su proclamación como Generalísimo de los Ejércitos y jefe del Gobierno de Estado -el 1 de octubre de 1936- y la victoria del bando nacional en 1939 inaugura una dictadura que finaliza con su muerte el 20 de noviembre de 1975".
"El Ejército adapta su estructura y organización a la situación política interna y externa del país. Su planteamiento estratégico en política exterior es garantizar la seguridad de España. En la Segunda Guerra Mundial el Gobierno adopta una postura de neutralidad y no beligerancia, a pesar de que participan directamente en el conflicto más de cien mil soldados españoles: unos con los Aliados y otros con el Eje. Durante la guerra la Guerra Fría España se coloca del lado aliado manteniendo acuerdos defensivos con EE.UU", añade el mismo panel referente a la dictadura franquista.
En esa misma sala del Siglo XX se muestran otros objetos como una bandera republicana del Batallón de la Guardia Presidencial de Manuel Azaña o el primer uniforme de los Regulares y otro que pertenecía al general Varela.
Al final de la Sala se puede contemplar también un mural en el que se aborda la participación internacional en la guerra civil. "La ayuda internacional fue vital en el desarrollo y resultado de la guerra civil, preludio de lo que serían los enfrentamientos de la Segunda Guerra Mundial. El bando nacional aceptó el apoyo material y humano de los regímenes fascistas italiano y alemán, mientras que el republicano recibió ayuda del régimen soviético y el apoyo de las brigadas internacionales", dice.
La presencia del nazismo también se manifiesta en el apartado de ’Emblemas, Divisas y Botones’ correspondiente a la ’Uniformidad’, donde se pueden contemplar al menos cuatro insignias del Tercer Reich y una en la que luce la hoz y el martillo comunista.
A lo largo de la breve visita que finalizó en el patio central del Alcázar donde se degustó un vino español, los visitantes a la inauguración también pudieron apreciar otros objeto de interés como uno de los cañones con el que los madrileños combatieron a los franceses tras la revuelta del 2 de mayo o la berlina en la que el general Prim (1814-1870) sufrió un atentado mortal, entre otros.
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