El Ayuntamiento se convertirá en museo
Desde que el alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, decidiese abandonar la casa consistorial para trasladarse al Palacio de Cibeles, un edificio que se "sitúa a la vanguardia del pueblo madrileño", la Casa de la Villa no ha hecho más que perder lustre.
"La remodelación se ha planteado para devolver al edificio su estructura original", explica el director general de Patrimonio Cultural, Juanjo Echeverría, mientras recorre los pasillos de "aspecto ceniciento". "La Casa de la Villa ha sufrido múltiples ampliaciones porque se diseñó demasiado pequeña para ser la sede del Ayuntamiento de la que era la capital del reino. Dada la complejidad de las funciones municipales le han estado colocando añadidos durante siglos y le han dejado la peor imagen posible", continúa el arquitecto.
La actuación principal del proyecto consistirá en demoler el llamado patio de cristales para que el edificio, obra de Juan Gómez de Mora, recupere su estructura de claustro original, un diseño casi idéntico al del Palacio de Santa Cruz, el actual Ministerio de Exteriores.
Para ello, se abrirán también todos los arcos cegados de la primera planta y se demolerán los espacios, que se han desaprovechado al haberse dividido en compartimentos, para convertirlos en amplias dependencias diáfanas para el paseo del visitante. Tras la reforma y con una mirada al cielo se podrá disfrutar desde la primera planta de las impresionantes vidrieras del taller francés de Maumejean que ahora techan el patio de cristales.
La plaza trasera
El salón de plenos se mantendrá prácticamente igual aunque Echeverría se alegra de eliminar la tribuna de invitados, "de aspecto cochambroso de cine de los 60". El graderío de butacas se cambiará por una plataforma más llana que, aunque se pierda visibilidad, mejorará el aspecto del salón, según el director general.
A la rehabilitación del inmueble, último paso del Plan Director que se redactó en 2005 para la restauración de todo el entorno de la Plaza de la Villa, le seguirá la transformación de su infrautilizada plaza trasera, flanqueada por la calle de Madrid y la calle de la Traviesa. El aparcamiento subterráneo, cubierto por una amplia y desierta explanada de granito, ha dejado de tener sentido para los responsables municipales. Si es que algún día lo tuvo.
La plaza, frecuentada antes por los conductores de los concejales, se transformará radicalmente para que adquiera la vida que nunca tuvo
La plaza, frecuentada únicamente por los conductores de los concejales que echan allí el cigarrillo, se transformará radicalmente para que adquiera la vida que nunca tuvo. Echeverría no da detalles, "se barajan varias opciones", pero el replanteamiento del espacio tiene como principal objetivo que el aparcamiento se llene y que los turistas dejen de pasar de largo. Las posibles ofertas bailan entre la gastronomía y la cultura. La ampliación que se hará del pasadizo que recorre los costados de la Casa Sefarad-Israel y la Casa de la Villa ayudará, sin duda, a que lo que allí se instale pueda verse desde la calle Mayor.
Cuando la Casa de la Villa abra sus puertas gratuitamente al público nos encontraremos ante una nueva sección del Museo de Historia, el antes llamado Museo Municipal. La idea es que el visitante recorra a través de tapices, cuadros, presentaciones multimedia y visitas guiadas la vida y obra de los regidores de la ciudad y los secretos de la vida consistorial. Desde Francisco Luján a Ruiz- Gallardón.
La fecha en la que el antiguo Ayuntamiento será, como matiza Echeverría, "patrimonio visitable", es imposible de concretar, pero hay interés en que sea cuanto antes. Los presupuestos de este año no dejan resquicio alguno para una nueva inversión, pero fuentes municipales admiten que es un proyecto que les gustaría inaugurar durante la próxima legislatura.
La Casa Cisneros se abrirá en breve
Mientras tanto, la Casa Cisneros, que compró el Conde de Peñalver, ante las estrecheces de la vecina Casa de la Villa, abrirá sus puertas en las próximas semanas. El edificio, construido por el sobrino del cardenal Cisneros en el siglo XVI, se rehabilitó en 2009 como primer paso de la transformación de la plaza y es la nueva sede de la Secretaría del pleno y de parte de la Agencia Tributaria.
Cuando la Casa de la Villa abra sus puertas gratuitamente al público nos encontraremos ante una nueva sección del Museo de Historia
Los 4,3 millones de euros que costó el proyecto de recuperación, se han invertido en restaurar los pavimentos de madera, sustituir viejos mármoles por parqué, recuperar las escaleras revestidas de azulejos del siglo pasado y en abrir cada una de las estancias que, como en la Casa de la Villa, se fueron compartimentando ante la falta de espacio.
En la Casa Cisneros, conectada con la Casa de la Villa por un pasadizo de piedra construido en 1915, se han destinado unos 900 metros cuadrados de exposición. El visitante podrá sentarse en el despacho original del alcalde en el que fugazmente llegó a instalarse Gallardón, paseará entre una de las colecciones de tapices flamencos más importantes y podrá admirar con detalle cada uno de los retratos de los regidores madrileños que se expondrán a lo largo del amplio pasillo de entrada. La Casa de la Villa también tiene una preciosa biblioteca que se enriquecerá con fondos históricos del cuartel de Conde Duque.
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