Feria del Libro
La crisis aprieta, pero no ahoga. Es la consigna que parecen llevar este año a la Feria del Libro cuantos actores conforman la industria editorial española. Pero lo cierto es que la 71 edición de la cita madrileña, que hoy inauguran los Príncipes de Asturias, arranca con el fantasma de la caída de las ventas rondando las casetas instaladas en el Parque del Retiro.
El baile de cifras de descenso en los primeros meses de 2012 que manejan los distintos sectores es tan amplio que en la horquilla caben decenas de miles de euros: 3-4%, según los editores; 8-12%, según los libreros; 15%, según los distribuidores; y 17%, según Nielsen.
Una inestabilidad que no hace sino acrecentar las dudas de una industria tan voluble como esencial para los intereses económicos de España y que se aferra a la Feria del Libro como tabla de salvación. En 2011 la feria facturó 7.950.000 euros y las ventas descendieron un 4%, por lo que el reto este año es mantener las pérdidas y, sobre todo, recuperar el ánimo.
En 2011 la feria facturó 7.950.000 euros y las ventas descendieron un 4%
Valverde reconoce que la caída de las ventas es «preocupante» por reiterativa (2009 fue el último año con datos positivos), pero «se nota mucho la caída del empleo en librerías, donde se está reduciendo personal, sobre todo en las que tienen más de doce empleados». Por ello, «tal y como están las cosas, el gran reto en una feria como esta es vender» y «si este año el descenso fuera del 4%, como sucedió en 2011, daríamos saltos de alegría».
Piratería y crisis económica
En la misma línea se muestra Rosalina Díaz-Valcárcel, presidenta de la Asociación de Editores de Madrid, quien explica el descenso de las ventas por la confluencia de la piratería y la crisis general, ya que «el libro se piratea incluso antes de llegar al mercado, las librerías tienen problemas de financiación y tienen los libros menos tiempo, por lo que las devoluciones se están incrementando».
Los distribuidores, por su parte, se muestran especialmente preocupados por la bajada en la producción, con un efecto «realmente grave en el mundo de la impresión, con una reducción importante de títulos», según reconoce Javier Cambronero, director comercial de UDL Libros.
Según los últimos datos oficiales, la Agencia del ISBN catalogó 6.220 títulos en abril, lo que representa una ligera caída con respecto a los meses precedentes. Cambronero advierte que «este año los best seller se están vendiendo la mitad», aunque tiene la «confianza» de que la Feria del Libro «tendrá el mismo efecto positivo que han tenido momentos de consumo álgido como el Día del Libro o el de la madre».
Por ello, el «mayor reto es recuperar el ánimo, sin ocultar las cifras, que son reales, pero en estos momentos de desánimo del consumo, la lectura está llena de vida»
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