El escudo más antiguo de Madrid, taladrado para colocar una farola
El escudo más antiguo de Madrid, el único emblema que queda del que fuera primer Ayuntamiento de Madrid y Toledo, que adorna la fachada de la Casa del Pastor, enclavada en pleno barrio de los Austrias, ha sido taladrado para colocar una farola.
Antonio Madrid, vecino del inmueble, sito en el número 21 de la calle de Segovia, ha explicado que esta mañana unos operarios municipales procedieron a instalar la farola en medio del escudo y para fijarla taladraron el escudo de granito, que data de principios del siglo XVII.
El portero de la finca intentó sin éxito impedir "ésta sinrazón", que ha provocado entre los vecinos "sorpresa, sentimiento de impotencia e incredulidad", añadió Antonio Madrid, para quien lo sucedido es como "si pusieran una antena de telefonía móvil en la estatua de La Cibeles".
el viaducto de Madrid es una de las estampas más conocidas de la ciudad, no sólo por las estupendas vistas que permite disfrutar de los tejados madrileños, sino también por ser un lugar elegido en demasiadas ocasiones por los suicidas. Se trata de una sórdida tradición –a la que se ha puesto solución con unas mamparas de seguridad- con tanta historia como el propio viaducto. Cuenta la leyenda que ya en el siglo XIX, una joven quiso morir porque su familia no consintió que se casara con su enamorado. Sin embargo, esta primera historia del viaducto terminó con final feliz, ya que la joven sólo sufrió algunas magulladuras, gracias a que sus faldas frenaron la caída. La joven moriría mucho después, al dar a luz a su decimocuarto hijo.
Sin perder de vista el viaducto, la ruta descubre a los pies de un edificio de reciente construcción el escudo más antiguo de Madrid. Este emblema es lo único que queda del que fuera primer Ayuntamiento de Madrid y Toledo, un edificio conocido como la Casa del Pastor. En él vivió don José, un sacerdote que al verse cerca de la muerte preparó su testamento y dejó escrito en un sobre cerrado quién sería el heredero de su casa. Al morir, abrieron la carta y pudieron leer: “Mi casa será para la primera persona que entre a Madrid por la Puerta de la Vega en la madrugada de mi muerte”.
Los testigos esperaron en dicha puerta hasta que un pastor con su rebaño la atravesó. Tras recibir la casa en herencia, se comprobó que el destino recompensó al pastor, ya que este hombre fue el que dio cobijo a don José cuando el sacerdote debió escapar una temporada de Madrid por problemas con la Santa Inquisición.
Antonio Madrid, vecino del inmueble, sito en el número 21 de la calle de Segovia, ha explicado que esta mañana unos operarios municipales procedieron a instalar la farola en medio del escudo y para fijarla taladraron el escudo de granito, que data de principios del siglo XVII.
El portero de la finca intentó sin éxito impedir "ésta sinrazón", que ha provocado entre los vecinos "sorpresa, sentimiento de impotencia e incredulidad", añadió Antonio Madrid, para quien lo sucedido es como "si pusieran una antena de telefonía móvil en la estatua de La Cibeles".
el viaducto de Madrid es una de las estampas más conocidas de la ciudad, no sólo por las estupendas vistas que permite disfrutar de los tejados madrileños, sino también por ser un lugar elegido en demasiadas ocasiones por los suicidas. Se trata de una sórdida tradición –a la que se ha puesto solución con unas mamparas de seguridad- con tanta historia como el propio viaducto. Cuenta la leyenda que ya en el siglo XIX, una joven quiso morir porque su familia no consintió que se casara con su enamorado. Sin embargo, esta primera historia del viaducto terminó con final feliz, ya que la joven sólo sufrió algunas magulladuras, gracias a que sus faldas frenaron la caída. La joven moriría mucho después, al dar a luz a su decimocuarto hijo.
Sin perder de vista el viaducto, la ruta descubre a los pies de un edificio de reciente construcción el escudo más antiguo de Madrid. Este emblema es lo único que queda del que fuera primer Ayuntamiento de Madrid y Toledo, un edificio conocido como la Casa del Pastor. En él vivió don José, un sacerdote que al verse cerca de la muerte preparó su testamento y dejó escrito en un sobre cerrado quién sería el heredero de su casa. Al morir, abrieron la carta y pudieron leer: “Mi casa será para la primera persona que entre a Madrid por la Puerta de la Vega en la madrugada de mi muerte”.
Los testigos esperaron en dicha puerta hasta que un pastor con su rebaño la atravesó. Tras recibir la casa en herencia, se comprobó que el destino recompensó al pastor, ya que este hombre fue el que dio cobijo a don José cuando el sacerdote debió escapar una temporada de Madrid por problemas con la Santa Inquisición.
1 comentario
Anónimo -
espero q a estas alturas esté todo ok.