El oso del escudo de Madrid es una osa
Ahora, el Consejo de las Mujeres del Municipio de Madrid, una asociación en defensa de los derechos de la mujer y su plena participación en la sociedad, pretende iniciar una campaña para demostrar que el animal es hembra y no macho.
El objetivo es denunciar que "se ha tergiversado la historia. Muchas veces al sexo femenino se le ha ido ocultando en la historia", explice la representante del Consejo, Lola López Carracedo.
Las promotoras de esta iniciativa han buceado en los libros de historia y heráldica para afirmar que "en 1222 la Clerecía (el brazo Eclesiástico) y el Concejo (el brazo militar y civil) cambian la 'osa paciente' en un caso y la 'osa rampante' en otro, por un oso".
"Le cambian el sexo, y como en tantas ocasiones en la historia se invisibiliza lo femenino", aseguran en el comunicado de convocatoria.
La campaña, que han denominado 'Soy una osa', arrancará el jueves a las 19 horas con un acto festivo junto a la estatua del "oso" y el madroño de la Puerta del Sol, donde tienen previsto colocar una placa conmemorativa y tendrán lugar las actuaciones de Marisa Tejada y La Fábrica de los Sueños.
Allí repartirán chapas con el lema de la campaña y unas tarjetas en las que está escrito: "el escudo de Madrid esconde un secreto ¿quieres saber la verdad?". Al rascar en el lugar previsto de la tarjeta aparece la frase "soy una osa", y por detrás se lee una explicación de la historia del escudo y del cambio de género del animal.
Que el 'oso' del escudo de Madrid es una 'osa' es un dato conocido hasta cierto punto y pueden encontrarse referencias a este hecho en distintos libros y páginas de Internet.
Incluso en la web del Ayuntamiento de la capital esmadrid.com puede leerse como curiosidad: "¿Sabías que el oso que aparece en el escudo de la ciudad es en realidad una osa, que representa la constelación de la Osa Menor?.
Por su parte, el director general de Patrimonio Cultural del Ayuntamiento, Juan José Etxevarría, asegura que "la historia del escudo de Madrid es un poco mítica y tiene poca documentación". Según explica, la primera aparición del "oso u osa" asociada con el concejo de Madrid es un 'oso paseante' hacia el lado izquierdo, como si estuviera andando, allá por el siglo XIII.
Tras un pleito con el monasterio de Santa Leocadia por unos terrenos en Toledo, se determina que las parcelas sean para el monasterio y los árboles para el concejo de Madrid, por lo que, según la leyenda, el escudo se cambia para que parezca que el oso se sube al árbol, como poseyéndolo, en vez de estar pastando sobre los terrenos.
De acuerdo con su versión, a principios del Siglo XVI aparecen en el escudo siete estrellas, de las que no ha quedado claro su origen. "Pueden ser siete como los siete castillos que rodeaban Madrid o por las siete estrellas de la Osa Mayor. De ahí nace lo de la osa, "pero no hay una certeza histórica".
"No hay una doctrina clara. Hay argumentos para todo. Si quieren creer que es una osa, nosotros encantados", concluye el director general, que añade que podrían pedir un estudio a la Academia de Heráldica y Genealogía para saber la verdadera identidad del animal.
Las crónicas hablan de que en el año 1211, Alfonso VIII preparó en Madrid una expedición contra el reino de Murcia. Las huestes madrileñas ostentaban como enseña el oso prieto en campo de plata. Al año siguiente en 1212, se dio la batalla de Las Navas de Tolosa. El Concejo de Madrid llevó la vanguardia a las órdenes de D. Diego López II de Haro, señor de Vizcaya; también en esta ocasión ondeó al viento la enseña antes descrita. Y lo mismo sucede años más tarde, en 1217, cuando el rey Fernando III el Santo tomó Sevilla. En todos los casos el oso era una figura pasante.
José Antonio Álvarez y Baena, dice " En el año 1212 no usaba Madrid otras Armas que un Oso u Osa,...". "...Este tenía dentro de su cuerpolas siete Estrellas, como se comprueba del escudo que todavía el Ilustre Cavildo Eclesiástico...". Cita de su obra Compendio histórico, de las grandezas de España. Año 1786.
Este emblema propio de Madrid, con el oso, es el comienzo de lo que será su escudo. Parece ser que en época de la Edad Media los campos de Madrid estaban bien abastecidos de osos y que tal vez por eso lo tomarían como enseña. En algún momento se llamó Ursaria a la zona y hay testimonio escrito de la abundancia de este animal y se habla de ello en crónicas y documentos. En el Libro de Montería del rey Alfonso XI se dice: Madrid, un buen lugar de puerco y oso.
Don Francisco de Batzan Vergara asegura en alguna crónica que la estrella Polar era la que estaba en la dirección de su rabo. Los genealogistas han querido ver en estas estrellas y en el oso la alusión a la constelación de Bootes tan íntimamente ligada al mito de las dos Osas o del Carro. Se basan para ello en decir que Madrid estaba en lo que se llama Carpetania y que Carpetum en latín quiere decir carro. En este caso, no se trataría de un oso, sino de una osa. Lo cierto es que durante bastante tiempo el escudo de Madrid fue éste: un oso (tal vez osa) pintado sobre azur, con siete estrellas sobre su lomo y paciendo sobre pasto verde. Aunque el hecho de tener las estrellas en el lomo de una Osa indica más bien una referencia a las Osa Mayor o Menor. La primera se refiere al carro, y la segunda podría ser un indicativo de la gran calidad del cielo de Madrid, que que esta constelación es muy dificil de ver. Este segundo caso encaja con la fama que tubo Madrid en astronomía por el nacimiento de Masalma al Madrid.
Años más tarde surgieron desavenencias entre el Concejo y la Clerecía por el disfrute del monte y tierras de pasto de los alrededores de Madrid hasta la sierra. El pleito duró 20 años. Llegaron por fin a un acuerdo y la concordia se estableció en los siguientes términos:
- Se daría a la Villa de Madrid todos los pies de árbol y la caza.
- Se daría al Cabildo eclesiástico todos los pastos.
Para que el acuerdo quedara bien sellado y para memoria de todos se acordó que el escudo de la Villa llevaría el oso (u osa) con el añadido de un árbol, y el escudo del Cabildo llevaría el mismo animal paciendo en unos pastos. Se modeló de nuevo el escudo al que se le añadió además del arbolito una orla azul y sobre ella las siete estrellas de ocho puntas, (tres a los lados y una abajo) que antes estaban sobre el lomo del animal. El oso (u osa), empinado al tronco, para indicar la posesión de pie de árbol.
No se sabe con certeza en qué momento se empezó a asegurar que el arbolito del escudo era un madroño. Ha sido una tradición muy tenaz y muy firme. Para apoyar esta tradición, el Ayuntamiento de Madrid viene sembrando desde hace algún tiempo, en el Retiro y otros jardines el madroño (arbutus unedo. Pero últimamente la investigación de científicos unidos (historiadores, geólogos, botánicos, zoólogos) viene a demostrar que en esta zona de Madrid no hubo madroños, al menos no los hubo en abundancia y como bosque. En cambio dicen los científicos que sí hubo profusión de un árbol llamado almez o lodón, que era una especie autóctona del lugar. Este árbol tiene también unos frutillos rojos. Otros historiadores dicen que el rey de armas que pintó el escudo no se detuvo a reproducir tal o cual especie sino que pintó un arbolito con frutos rojos para que se distinguieran bien.
En 1554, el emperador Carlos I distinguió a la ciudad de Madrid con los títulos de Coronada e Imperial, otorgándole la corona real en el escudo. Dicha corona se dibujó sobre la copa del árbol y así estuvo durante bastantes años. En el siglo XVII el cronista de la villa de Madrid Juan López de Hoyos, cuenta que la corona se cambió a la cima del blasón.
En 1967, en el pleno de 28-4, el Ayuntamiento dispuso un nuevo escudo que decía así: En campo de plata, un madroño de sinople (verde), terrasado de lo mismo, frutado de gules (rojo), y acostado de un oso empinante de sable (negro) y bordura de azur, cargada de siete estrellas de plata; al timbre, corona real antigua. La corona se hace más grande y las estrellas se distribuyen de manera que la séptima se encuentra arriba en lugar de abajo.
La corporación muncipal, dirigida por Alberto Ruiz-Gallardón, adoptó en 2004 un nuevo diseño, con los mismos componentes pero sólo de color azul, incluyendo la leyenda madrid, escrita con la popular fuente Gill Sans Bold, como imagen corporativa del ayuntamiento (ver imagen).
Uno de los lugares donde cualquiera que pase por Madrid puede comprobar la evolución de su escudo es, sin duda alguna, cada una de las placas que se encuentran en las esquinas de los edificios y que además de llevar el nombre de la calle, llevan el escudo de la época de la placa.
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