Vespa, 60 años
Seis décadas después de que Enrico Piaggio diera forma sobre a un papel creador por un ingeniero aeronáutico al que no le gustaban las motos, esta motocicleta se ha convertido en un referente en la industria de la automoción, en un objeto de deseo de los jóvenes europeos y en la protagonista de multitud de romances y proezas. |
Pocos vehículos, después de 60 años siguen tan frescos como el primer día. Hablamos de la Vespa, que en 2006 cumple seis décadas rodando por las carreteras de Europa. Desde entonces se han comercializado 17 millones de unidades de este popular modelo, que se ha convertido en todo un mito de la automoción. Cuando hablamos de la Vespa la primera imagen que se nos viene a la cabeza es la de Audrey Hepburn y Gregory Peck montados en este singular vehículo por las calles de Roma. Pero tampoco nos podemos olvidar de los Mods, una singular tribu urbana, amantes de las Vespas, que rivalizaba con los Rockers en la Inglaterra de los años 60. Son sólo dos ejemplos del séptimo arte -'Vacaciones en Roma' y 'Quadrophenia'- pero resumen con claridad las seis décadas de esta Vespa, un vehículo que ha pasado de una simple alternativa económica de transporte a todo un referente de vida entre los jóvenes. Y por si fuera poco, la Vespa ha sido además un mito en la industria de la automoción. Desde que naciera hace 60 años se han comercializado 17 millones de unidades en los cinco continentes y se han fabricado cerca de 140 modelos diferentes. Los inicios Para comprender el fenómeno Vespa hay que remontarse hasta 1884. Por aquel entonces el italiano Rinaldo Piaggio fundó en Génova un taller de madera para atender las necesidades del sector naval. Sin embargo, la llegada de la I Guerra Mundial unos años más tarde, obligó a Piaggio a reconducir su negocio para buscar nuevas oportunidades de mercado. Así, el taller de Génova pasaba de fabricar madera a desarrollar elementos para los ferrocarriles e incluso motores de aviones. Rinaldo Piaggio trasladó con empeño este afán emprendedor a su hijo Enrico, que años más tarde se hacía con el control de la empresa. Llegaba entonces la II Guerra Mundial y la principal carencia en la sociedad del Viejo Continente se centraba en disponer de un medio de transporte cómodo, de fácil manejo y sobre todo económico. Entre los primeros prototipos de dos ruedas presentados surgió el 'Paperino', bautizado con ese nombre por su parecido al Pato Donald. Sin embargo, esta motocicleta no tuvo el éxito esperado debido a que el diseño condicionaba de forma notable su comportamiento. Fruto de esta situación Rinaldo Piaggio decidió buscar y contratar a un ingeniero aeronáutico, al que no le gustaban las motocicletas pero presentaba un reconocido prestigio. Se trataba de Corradino D'Ascanio y su primer encargo fue el de revisar el 'Paperino'. Tres meses después, D'Ascanio presentaba un modelo a Piaggio caracterizado por la comodidad, funcionalidad, sencillez y facilidad en la conducción. Cuando Piaggio pudo contemplar el trabajo del ingeniero exclamó: "sembra una vespa" (parece una avispa). Y así fue como quedó bautizado este ingenio. El 23 de abril de 1946, Enrico Piaggio depositaba en la oficina de patentes de Florencia los planos de una "motocicleta de complejo racional de órganos y elementos con chasis combinado, guardabarros y carrocería recubriendo toda la parte mecánica". Así de pomposa fue la denominación de esta primera Vespa que pasaba finalmente de prototipo a una realidad. La primera Vespa al detalle El ingeniero D'Ascanio utilizó todos sus conocimientos de la aeronáutica en el desarrollo de esta motocicleta. Así entre las principales innovaciones que incorporaba la Vespa sobresalían: Una historia muy ligada a España Si existen dos países donde la Vespa fue todo un éxito desde sus inicios estos son Italia y España. Cuando Piaggio se vio desbordado por el volumen de ventas en 1952 decidió ampliar su producción con una nueva factoría en la madrileña calle de Julián Camarillo. Esta decisión supuso entonces el nacimiento de Moto Vespa S.A., una sociedad creada con un capital social de 20 millones de las antiguas pesetas y con una planta de alrededor de 13.000 metros cuadrados. Un año más tarde, salía de la cadena de montaje la primera Vespa 'española': una N 125 de color verde con el faro situado sobre el guardabarros. Cinco décadas después el número de Vespas vendidas en España se aproxima a los dos millones de unidades. El boom de la Vespa En las décadas de los 60 y 70 el fenómeno Vespa estaba en su máximo esplendor. Si en la gran pantalla esta singular motocicleta había sido la protagonista de películas como 'Vacaciones en Roma' y 'Quadrophenia', en la vida real personajes ilustres de la talla de Louis Amstrong, Balduino de Bélgica, Carolina de Mónaco, Juan Manuel Fangio o incluso Luis Miguel Dominguín eran un auténtico estandarte de este vehículo de dos ruedas. Este 'glamour' otorgado a la Vespa desembocó en un tremendo éxito de ventas. Todos los jóvenes europeos querían hacerse con una unidad de esta motocicleta, que incluso había sido bendecida por el Papa Juan Pablo II. Hoy, sesenta años después, esta motocicleta no sólo se convertido en un mito y en una precursora de los exitosos 'scooters' actuales, sino que ocupará para siempre un lugar en el corazón de aquellos jóvenes que se enamoraron y realizaron un sinfín de proezas a los mandos de una Vespa.
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