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Blog de Miguel Angel Rodriguez y Urosa

'Ilustración y liberalismo, 1788-1814'

'Ilustración y liberalismo, 1788-1814'

El Palacio Real acoge desde mañana hasta el 11 de enero la exposición 'Ilustración y liberalismo, 1788-1814', una muestra que pretende dar cuenta del "estado de la monarquía española hace 200 años", según indicó hoy Emilio La Parra, uno de los tres comisarios junto a Carlos Sambricio y José Luis Sancho.

'Ilustración y Liberalismo, 1788-1814' ha sido organizada por la Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales (SECC) y Patrimonio Nacional con el patrocinio de la Fundación Rafael del Pino. Alrededor de 200 piezas procedentes de fondos de Patrimonio Nacional, distintos museos, bibliotecas, archivos y colecciones particulares tanto españolas como de otros países se distribuyen en los once apartados de la exposición.

La Parra señaló que la muestra ofrece un "discurso explicativo" de lo que ocurrió en España en aquella época personificada en su monarquía primero por Calos IV y después por Fernando VII. El comisario aclaró, en cambio, que no pretende ser una exposición sobre 1808 y la Guerra de la Independencia aunque aquellos hechos estén también muy presentes en ella al igual que todo el "impulso ciudadano" que caracterizó ese momento histórico.

PUNTO DE PARTIDA

El punto de partida de la muestra es el periodo de la Ilustración, cuyo apogeo en España se alcanzó en el reinado de Carlos IV (1778-1808) y en el que la Corte impulsa la actividad reformista de los ilustrados. "Estos hombres y mujeres intentaron modernizar España consolidar la monarquía", dijo La Parra.

La Ilustración española alcanzó su esplendor entre los siglos XVIII y XIX de la mano de Jovellanos, Meléndez Valdés, Leandro Fernández de Moratín o el general Ricardos. De todas estas personalidades se muestran aquí retratos y bustos de autores como Goya, Zacarías González Velázquez y Antonio Carnicero, entre otros.

Para conocer cómo desempeñaban estas labores, la exposición recrea el Gabinete de un ilustrado. Las láminas de Guiovanni Volpato y de Piranesi dan cuenta también de lo que estaba de moda en esa época como decoración mural.

El capítulo titulado 'Los sueños de la razón' presenta invenciones y proyectos sobre aspectos de la vida cotidiana y con perspectivas insospechadas como un curioso pez aerostático, el primer manual para enseñar a hablar a sordomudos, un óleo de Antonio Carnicero que representa la elevación de un globo en la Corte de Carlos IV y unas estampas del modo de ajustarse el corsé, entre otras cosas.

Urbanismo, arquitectura e ingeniería se cuelan en esta muestra en varias salas que ofrecen numerosos planos y comentarios sobre estas disciplinas y que permiten observar "el esfuerzo real de los ilustrados por modernizar el país y su conexión en estas materias con otros países", apuntó Emilio La Parra.

EL CONFLICTO

El Motín de Aranjuez (marzo de 1808) marcó un punto de inflexión, que se recoge en esta exposición, y que provocó "enfrentamientos entre diferentes opciones políticas, culturales y sociales", dijo el comisario. Este conflicto provocó un debate de ideas entre los partidarios de Fernando VII y los de José I.

Obras de François Gérard ('José I con manto de ceremonia'), Vicente López Portaña ('Fernando VII con el hábito de gran maestre de la Orden de Carlos III') o Francisco de Goya ('Fabricación de balas' y 'Fabricación de pólvora', ambas procedentes del Palacio de La Zarzuela) ilustran este momento.

La exposición recorre también el expolio que se produjo durante el reinado de José I provocado por las turbulencias de la guerra y porque existía un mayor conocimiento de pintores españoles como Murillo y Velázquez. Así algunos cuadros se enviaron al Museo del Louvre pero, por otro lado se proyectó crear el actual Museo del Prado para el que la reina Mª Isabel de Braganza, tercera esposa de Fernando VII, donó todas las obras de palacios y monasterios. En este apartado de la muestra tienen especial relevancia obras de Mengs, Van Dyck o Francisco Collantes además del propio Murillo.

Las dos últimas salas están dedicadas a los afrancesados y los liberales y al absolutismo. en la primera figuran, entre otras, un aguafuerte de la Constitución española de 1812, conocida como "La Pepa". En la segunda, un óleo de Bartolomé Montalvo titulado 'Triunfo de la Inquisición' además de un ejemplar de la Constitución de Cádiz cedido por la Biblioteca del Senado.

Con motivo de esta exposición y para conmemorar el Bicentenario de la Guerra de la Independencia, la SECC ha organizado además un ciclo de tres conciertos a cargo de El Concierto Español y La Real Cámara dirigidos por Emilio Moreno.

Disciplinas propias de la Ilustración y el Liberalismo como el arte, el urbanismo, la arquitectura y la ingeniería, expuestas desde mañana en el Palacio Real, donde se gestaron muchos acontecimientos de la época, ayudarán a comprender mejor el pensamiento de un periodo marcado por el cambio de siglo.
"Ilustración y Liberalismo. 1788-1814", que ha sido inaugurada esta tarde por el Rey y que permanecerá en el Palacio Real hasta el 11 de enero, recrea a través de doscientas piezas los aspectos más relevantes que conformaron una época que en España dio paso de la Monarquía absoluta a la constitucional y del pensamiento ilustrado al liberal.
La exposición muestra el estado de la Monarquía española, como eje central del poder, hace doscientos años, con óleos como "Carlos III el Cazador", de Francisco de Goya, el retrato de Carlos IV de Zacarías González Velázquez, o retratos de Godoy. Emilio La Parra, uno de los tres comisarios, pretende ostrar eneste apartado la reacción de la Monarquía española de la época ante la "nueva forma de entender el mundo" derivada de la Revolución Francesa.
Los ilustrados, como personas que intentan modernizar el país, se ven representados en la muestra con retratos y bustos obra de autores como Francisco de Goya, Zacarías González Velázquez y Antonio Carnicero, entre otros.

La labor del ilustrado
De esa época queda "El Sexto Conde de Fernán Núñez y su familia" (1787-1788), cuya dudosa autoría se atribuye a Francisco de Goya o a Esteve, así como distintos bustos retratos de Isidoro Máiquez, del pintor de cámara José Aparicio o de Jovellanos.
Los comisarios de la muestra, Emilio La Parra, Carlos Sambricio y José Luis Sancho, dan a conocer cómo desempeñaba sus labores un ilustrado mediante la recreación del gabinete de uno de ellos.
El gabinete de un ilustrado representado en el Palacio Real está presidido por un escritorio de tambor, un sillón de piel giratorio de finales del XVIII, un atril de bronce de altura regulable y un reloj de 1800 procedente de la Real Fábrica de Porcelana del Buen Retiro. La parte de la exposición que plantea la evolución del pensamiento ilustrado al liberal muestra cómo el urbanismo, la arquitectura y la ingeniería fueron objeto de numerosos proyectos reformistasEl afán coleccionista de la época se evidencia con piezas como el tablero de lavas, las figuras de porcelana, los cristales procedentes de La Granja o los tejidos de Talavera de la Reina, al igual que el gusto por la decoración mural.
La parte de la exposición que plantea la evolución del pensamiento ilustrado al liberal muestra cómo el urbanismo, la arquitectura y la ingeniería fueron objeto de numerosos proyectos reformistas, de lo cual dan muestra los distintos planos urbanísticos y los dibujos arquitectónicos de personajes tan reputados como Romualdo de Viena o Agustín de Betancourt.
El conflicto entre partidarios de Fernando VII y José I

El conflicto entre los partidarios de Fernando VII y quienes apoyaban a José I se desarrolla "sin cargar las tintas", sino mostrando la obra de los patriotas y los bonapartistas como "opciones distintas".
De esta época destaca el retrato inédito de un caballero junto a un caballo, de Antonio Carnicero, o algunos óleos de la serie de "Los desastres de la guerra", de Goya.
La última parte de la exposición aporta las actas originales de la Junta de Bayona y las actas legales de la comisión de constitución de las Cortes de Cádiz, encargada después de elaborar la Constitución de 1812, así como un cuadro de "Santa Isabel curando a los tiñosos", emblemático de la producción de Murillo.
En paralelo con la exposición, organizada por la Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales (SECC) y Patrimonio Nacional, y patrocinada por la Fundación Rafael del Pino, se ha previsto un ciclo de conciertos de música de la época, que tendrán lugar el 23 de octubre en la Basílica de Atocha y el 18 de diciembre en el
Monasterio de Santa Isabel. Yago Pico de Coaña, presidente de Patrimonio Nacional, calificó de "señera" la exposición y destacó la "ardua labor investigadora" de sus comisarios, mientras que la presidenta de la SECC, Soledad López, opinó que la misma pretende acercar al público, sin distinción de edad, una época que marcó un punto de inflexión en el camino hacia la modernidad.





                                                                                                                                                                                                                                                                                                                               

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