Hallan restos de yodo radiactivo en el agua corriente de Tokio
Las autoridades japonesas han hallado restos de yodo radiactivo en el agua corriente de Tokio y de otras localidades, según informa la agencia de noticias Kyodo, citando fuentes gubernamentales.
"El ministerio ha comenzado a realizar mediciones de la calidad del agua corriente y se han detectado rastros de yodo radiactivo y cesio", dijo un funcionario del Ejecutivo.
La presencia de yodo radiactivo fue detectado en el agua del grifo en las prefecturas de Tokio, Tochigi, Gunma, Saitama, Chiba y Niigata.
Las tasas más altas se registraron en Tochigi, 77 bequerelios por kilogramo de agua de yodo radiactivo y 1,6 becquerel por kilogramo de agua para el cesio. En Japón los niveles legales no pueden superar los 300 bequerelios para el yodo y los 200 para el cesio.
Restos radiactivos en la leche
El Gobierno de Japón ha detectado también altos niveles de radiactividad en leche y productos agrícolas cerca de la central nuclear de Fukushima, aunque aseguró que la contaminación "no supone riesgo inmediato", según su portavoz, Yukio Edano.
Edano ha afirmado que el Ejecutivo tomará las medidas adecuadas y no descarta posibles limitaciones en la distribución de productos de la zona.
Además, precisó que en la tarde del viernes se detectó un "alto nivel de radiación" en leche producida en Fukushima, y el sábado en espinacas cultivadas en la vecina región de Ibaraki.
Estos niveles no son peligrosos para la salud, sin embargo, hizo hincapié en que la población mantenga la calma, tras anunciar los resultados de las muestras en los alimentos.
El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) ha confirmado también la presencia de yodo radiactivo en productos alimenticios en la prefectura de Fukushima. El órgano de la ONU precisó que "de acuerdo a los últimos datos", se trata de productos contaminados hallados en las tareas de medición entre el 16 y 18 de marzo.
"Hasta la fecha, ningún otro isótopo radiactivo (además del yodo) han mostrado un incremento en el análisis de productos alimenticios cerca de Fukushima", afirma el OIEA en un comunicado.
Niveles no dañinos para la salud
Si bien los niveles de radiación supera los límites permitidos por el gobierno, Edano dijo que los productos "no representan un riesgo inmediato para la salud".
"Incluso si alguien empieza a beber leche contaminada durante un año, la dosis de radiación que recibirían sería equivalente a la de una radiografía" en el hospital, dijo el portavoz.
La leche contaminada se encontró a 30 kilómetros de la planta, mientras que los productos agrícolas se recogieron a 80 kilómetros y a 100 kilómetros al sur.
Este anuncio se produjo en medio de las preocupaciones sobre la posible exposición de la población a la radiactividad tras el accidente nuclear de la central de Fukushima, afectada por el terremoto y tsunami del día 11.
El Ministerio de Sanidad ha enviado expertos a Fukushima y a la vecina provincia de Ibaraki para que realicen una investigación sobre el terreno, mientras las autoridades provinciales estudian qué medidas adoptar.
Edano aseguró que el Gobierno continuará recopilando datos sobre niveles de radiación en alimentos para coordinar sus políticas y evitar que se extiendan rumores que afecten injustamente a otros productores locales. Sin embargo, el OIEA ha ordenado a Japón que cese la venta de alimentos procedentes de Fukushima.
Asimismo, el OIEA ha transmitido la información a la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y a la Organización Mundial de la Salud (OMS). "La FAO está preparada para responder a peticiones del Gobierno de Japón en materia de asesoramiento frente a una contaminación radiactiva del entorno agrícola, y especialmente de alimentos", recuerda el OIEA.
"A pesar de que el yodo radiactivo tiene una vida media de aproximadamente 8 días y se descompone de forma natural en cuestión de semanas, hay un riesgo a corto plazo para la salud humana si el yodo entra en los alimentos y es absorbido por el cuerpo humano", aseguró el Organismo.
Tratamiento con yodo
Las autoridades japonesas emitieron una recomendación a principios de esta semana para que las personas que abandonaran la zona cercana a la planta nuclear fueran tratadas con yodo.
La ingesta de pastillas o jarabe de yodo se puede utilizar para ayudar a proteger contra el cáncer de tiroides en el caso de una exposición radiactiva en un accidente nuclear.
La recomendación es de una sola pastilla para adultos y jarabe para los niños -dependiendo de su edad-, pero que no era necesario para las personas mayores de 40 años.
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