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Blog de Miguel Angel Rodriguez y Urosa

CaixaForum dedica a Delacroix la retrospectiva más completa en España‎

CaixaForum dedica a Delacroix la retrospectiva más completa en España‎

La Obra Social "la Caixa" presenta en CaixaForum Madrid a partir del 19 de octubre la retrospectiva más completa sobre la trayectoria del pintor francés Eugène Delacroix (1798-1863) en España.

Se trata de un recorrido por las diferentes etapas de su producción, desde las primeras obras, que buscan la inspiración en el museo, hasta la etapa de madurez, en la que el artista extrae sus temas de la realidad, haciendo especial hincapié en sus obras de historia así como las orientalistas, reunidas por primera vez desde 1963, año de su centenario.

Organizada en colaboración con el Museo del Louvre, esta exposición reúne más de 130 obras procedentes de colecciones públicas y privadas de Europa y América e incluye obras que se han convertido en referentes, como ’Grecia expirando sobe las ruinas de Missolonghi’ (Museo de Bellas Artes, Burdeos), uno de los bocetos de la ’Muerte de Sardanápalo’ (Museo del Louvre, París) o ’Las mujeres de Argel en sus habitaciones’ (excepcionalmente prestada por el Louvre), que Delacroix pintó tras su viaje por el Norte de África en 1832, después de recorrer diferentes ciudades españolas.

La muestra cuenta también con préstamos de instituciones como la National Gallery de Londres, el Metropolitan Museum de Nueva York o el Art Institute de Chicago.

Junto a los óleos de gran formato, la exposición presenta bocetos, dibujos, acuarelas y grabados que ofrecen un testimonio de la vida interior del artista y lo aproximan a la sensibilidad contemporánea.

Previamente a su apertura al público, el día 18 de octubre habrá una conferencia inaugural a cargo de Sébastien Allard, comisario de la exposición y conservador jefe del Departamento de Pintura del Museo del Louvre. Si hay un hilo, poderoso y visceral, que une a Goya con el arrebato impresionista, ese fue el que tejió Eugène Delacroix (Charenton-Saint-Maurice, 1798-París, 1863). Artista romántico de impredecible y agreste gusto por el color, visitó España en 1820. Y de aquel viaje, como se verá, una peripecia paradójica, volvió plenamente obsesionado con todas las gamas del negro de las que era capaz el genio aragonés. La influencia, decisiva, serviría a su propósito último: la búsqueda de la esencia de la pintura, la materia y la luz. Tales son las audaces conclusiones que se extraen de la antológica Delacroix. De la idea a la expresión, que hoy se abre al público en CaixaForum Madrid envuelta en el aroma del acontecimiento; es la muestra más grande dedicada al pintor en medio siglo y cuenta con la colaboración del Louvre y el Prado.

eres de Argel en sus habitaciones, una de sus características piezas de inspiración historicista, obra que nunca había salido de las salas del museo. Y en febrero, cuando las 130 piezas de la exposición viajen a la sede barcelonesa de CaixaForum, lo harán enriquecidas por una selección de obras de Goya prestadas por el Prado. La excursión será también por tanto un estimulante viaje a los orígenes de un artista escasamente representado en las colecciones españolas.

Sébastien Allard, conservador jefe del Departamento de Pintura del Museo del Louvre, amén de comisario de la exposición, subrayaba ayer ufano que si bien "en Europa se le han dedicado a Delacroix numerosas exposiciones", la importancia de esta "solo es comparable a la del Louvre en 1963 con motivo del centenario de su muerte". "Con esta colaboración queremos saldar la deuda de Delacroix con España".

No parece asunto de poca importancia. Después de todo a Delacroix le costó deshacerse de los recuerdos de lo contemplado en el Prado. De ahí parte el proceloso viaje de su obra a través del color, que en ocasiones alcanza casi a esculpir. "Al final aguardan las pinturas que hablan de sí mismas, sin camuflarse tras un tema", explica Allard. Así sucede conBoceto de la caja de León con la que el artista reflexiona sobre la dificultad de fijar el momento exacto en el que un artista decide dar por terminada una obra. El lienzo deslumbró a Cézanne y está considerado como precursor de la técnica moderna.

Pero ese descubrimiento de la pintura en estado puro llegará después. Antes, la exposición se adentra con pasión cronológica en los hitos biográficos del pintor francés. Y su dedicación a la geografía humana se recoge en las tres versiones del retrato de Aspasia, una joven mulata de la que se sirvió para experimentar con la luz y el color.

El trabajo como litógrafo está presente en las 17 planchas que realizó para ilustrar elFausto de Goethe, en un inevitable abrazo de resonancias románticas. Aunque su inspiración literaria más conocida fue la brindada por Lord Byron. De su mano, Delacroix tomó partido a favor de la independencia de Grecia del imperio otomano, como vienen a demostrar dos de sus obras maestras más conocidas: La masacre de Quíos (1824) yGrecia expirando sobre las ruinas de Missolonghi (1826).

A partir de ahí, Delacroix se debatió entre la decoración de edificios públicos, la eterna seducción del clasicismo, la reconfortante familiaridad de los temas mitológicos y religiosos y la serenidad de los paisajes. Todo ello, en una veloz fuga de sí mismo con destino al grado cero de la pintura que siempre ansió.

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