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El Prado presenta 'Goya en tiempos de guerra' con 200 obras del artista para conmemorar la Guerra de la Independencia

Coincidiendo con el 200 Aniversario del mayo de 1808 y el inicio de la Guerra de la Independencia, el Museo del Prado inaugura el próximo 15 de abril una magna exposición sobre Goya centrada en torno a sus dos grandes lienzos del 2 y 3 de mayo de 1808. El relevante número de piezas cedidas por institucionales nacionales e internacionales, junto a las obras procedentes de colecciones particulares, que raramente se prestan, convierten a esta exposición, titulada 'Goya en tiempos de guerra', en la muestra internacional más importante dedicada Goya desde 1996.
Compuesta por casi 200 obras, entre pinturas, dibujos y estampas, la muestra abarcará veinticinco años de la vida de Goya durante los que se sucedieron en España cambios políticos de gran repercusión en la marcha de su historia y de su sociedad.
El recorrido cronológico de la exposición se iniciará a finales del siglo XVIII, cuando Goya comenzó una nueva etapa, de mayor independencia creativa y de avances estilísticos y conceptuales, que culminó con la serie de aguafuertes de los Caprichos, en febrero de1799, y con la Familia de Carlos IV, en 1800, y concluirá en 1819, año en que el artista pintó su última obra pública: La comunión de San José de Calasanz.
Pinturas de varios géneros, dibujos y estampas, ayudarán a profundizar en el conocimiento del artista en este período, en las claves de sus composiciones y en la singular formulación de sus imágenes, aclarando aspectos de su cronología poco determinados, o que revelan facetas fundamentales de su vida y de su relación con el poder, aún por estudiar y definir.
Esta exposición se inscribe dentro de la programación conmemorativa organizada por la Comisión Nacional del Bicentenario de la Guerra de la Independencia.
'Tesoros sumergidos de Egipto'

Mil quinientos años de historia de Egipto salen a la luz gracias a 500 piezas procedentes de las antiguas ciudades de Alejandría, Heraclion y Canopo, desaparecidas a la vez en el siglo VIII d.C., y rescatados recientemente del mar forman la exposición 'Tesoros sumergidos de Egipto'. Entre ellas hay estatuas de unos 6 metros de altura y figuras que cuentan con más de 2.000 años de historia.
La muestra, que será expuesta en el antiguo matadero de Legazpi desde el día 16 de este mes hasta el 28 de septiembre, llega a Madrid precedida del gran éxito conseguido en Berlín, Bonn y París donde ha sido visitada por más de un millón y medio de personas.
En un atractivo y espectacular montaje en una nave de más de 4.700 metros cuadrados, que incluye vídeos de las diferentes prospecciones submarinas, se exhiben estatuas monumentales, monedas, joyería, efigies de gran belleza, objetos de culto, cerámicas, que ofrecen una visión clara de la extraordinaria mezcla de culturas y gentes que hizo del delta del Nilo lo que fue.
Un dios de los más altos
Entre las piezas, destaca la estatua más alta hasta ahora descubierta en Egipto, la del dios de la crecida del Nilo y símbolo de fertilidad y abundancia, Hapi, que tiene unos 2.000 años de antigüedad y rivaliza con las colosales esculturas de granito rosa de un rey y una reina, con más de cinco metros de altura cada una.
La estatua de Hapi, dios de la crecida del Nilo, símbolo de fertilidad y abundancia, y la más alta hasta ahora descubierta en Egipto. (Foto: EFE)
A lo largo de12 años de trabajo, el arqueólogo marino Franck Goddio ha descubierto testimonios únicos para la historia egipcia, que datan desde el siglo VII a. C. hasta el siglo VIII d. C., frente a la costa de la moderna ciudad de Alejandría y en la bahía de Abukir.
Perdidas en el mar durante más de 15 siglos a consecuencia de desastres naturales, la más avanzada tecnología ha permitido sacar a la luz piezas de arte que abarcan desde los días de los últimos faraones hasta Alejandro Magno, del periodo de gobierno griego hasta la conquista romana y, luego, desde tiempos bizantinos hasta el comienzo de la Época Islámica.
Los objetos exhibidos, que reflejan la importancia de tres ciudades que, en la antigüedad se contaban entre los más famosos centros de comercio, ciencia, cultura y religión, "no salen de ningún museo, sino que proceden de los mismos lugares para los que fueron creados. Se reúnen otra vez y se explican unos a otros", comentó Franck Goddio.
Las influencias de Mesopotamia, Grecia y Roma se mezclan con la milenaria cultura antigua de los faraones. La aproximación y la fusión dieron nacimiento a nuevos modos de vida religiosa y cultural, que dejaron una huella perdurable en el antiguo Egipto.
Ciudades sumergidas
Alejandría, Heraclion y Canopo encontraron por igual el mismo trágico destino, ya que sectores enteros de las ciudades desaparecieron bajo el mar, como resultado de desastres naturales.
A través del recorrido de la exposición se acerca al visitante a las influencias de una serie de conquistadores atraídos por la riqueza del delta del Nilo: los persas, los griegos y la larga dinastía de los Ptolomeos; luego los romanos, con el famoso asunto amoroso entre Julio César y Cleopatra; el auge del cristianismo, que condujo a la destrucción de las figuras de deidades paganas, pero también a su asimilación de forma inconsciente, y, finalmente, la conquista árabe.
Entre las importantes piezas exhibidas, Goddio (Casablanca, 1947), presidente del Instituto Europeo de Arqueología Submarina, destacó la estatua de una reina- Arsinoe II- de granito negro, de 150 cm de altura, del siglo III a.C y procedente de Canopo, "la primera estatua en la que se mezcla el arte egipcio y el griego".
TESOROS SUMERGIDOS DE EGIPTO | Matadero de Legazpi (Paseo de la Chopera, 10. Madrid) | Del 16 de abril al 28 de septiembre (pases desde las 10.00 a las 22.00 horas de lunes a domingo; último pase a las 21.00 horas, excepto jueves, a las 20.30 horas) | Precio de entrada en taquilla (para entrada directa): 11 euros (reducida 9 euros); niños entre 8 y 12 años (menores de 8 años, gratis), 6 euros y tarifa familiar (2 adultos + 2 niños/jóvenes menores de 18 años) de 30 € | Reserva de entradas (recargo a partir de dos euros): 902 400 222 (tarifa local), todos los días de 9 a 22 horas (excepto el 1 de mayo), Centros Comerciales El Corte Inglés e Hipercor o esta web de El Corte Inglés
Canal acoge la muestra conmemorativa del 2 de mayo dirigida por Pérez-Reverte

"Los españoles de 1808, además de sacar a la luz ese sentimiento latente de pertenencia a una Nación, también tomaron conciencia de que la Nación les pertenecía. De que la Nación era la suma de sus voluntades, que en aquellos momentos se manifestaba en su designio de no tolerar un yugo extranjero y de luchar con todas sus fuerzas por sacudírselo", ha explicado Aguirre.
Con Madrid, 2 de mayo 1808-2008. Un pueblo, una nación, que permanecerá abierta al público desde el 2 de abril hasta el 28 de septiembre en el Centro de Exposiciones Arte Canal, el Canal de Isabel II emprende un proyecto de producción en el que se recrearán los acontecimientos que tuvieron lugar desde las primeras horas del 2 de mayo de 1808 hasta la madrugada del día siguiente en las calles de Madrid. El horario será de lunes a domingo de 10:00 a 21:00 horas, y el precio de la entrada es de 6 euros -4 para niños menores de 12 años, mayores de 65 años, estudiantes y familias numerosas-.
Recorrido cronológicoEl comisario de la muestra, Arturo Pérez-Reverte ha contado con colaboradores que han pretendido reflejar la parte histórica y militar de los hechos, entre ellos, el vicecomisario de la muestra y teniente coronel, José Manuel Guerrero; Jesús María Alía Plana, doctor en Historia del Arte; y Gala Lázaro Mur, historiadora del Arte. El diseño expositivo es obra de Félix Murcia, uno de los directores de arte más importantes del panorama cinematográfico español y el gráfico es de Manuel Estrada, uno de los diseñadores gráficos más reconocidos.
La exposición está concebida como un recorrido cronológico por el 2 de mayo de 1808, desde el amanecer hasta la madrugada del día 3. El lema 'Un pueblo, una nación' pretende señalar una de las características del levantamiento, como fue su carácter popular. La muestra comienza con un viaje virtual en un cubo exterior anexo a la sala, con pantallas de más de 8 metros de altura, en las que, a través de proyecciones audiovisuales, se busca trasladar al visitante a aquel 2 de mayo de 1808 y hacerle volver a vivir esas horas previas al levantamiento del pueblo de Madrid, hasta la madrugada del día siguiente.
El viaje se realiza a través de siete ámbitos cronológicos, desde el alzamiento del pueblo madrileño contra la invasión de las tropas napoleónicas hasta el inicio de la Guerra de la Independencia. La exposición cuenta con piezas originales y reproducciones de objetos de la época, que provienen de diversos museos como el Musée de l'Armée, el de l'Empire, el Naval, el Museo Lázaro Galdiano, el de Historia de Madrid o el del Ejército.