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200 años: El 2 de mayo de 1808

20080107153254-3mayo.jpgDespués de los sucesos del Motín de Aranjuez (17 de marzo de 1808), Madrid es ocupada por el general Murat (23 de marzo). Tras la llegada triunfal de Fernando VII (24 de marzo) y su padre, que acababa de ser forzado a abdicar, ambos son obligados a acudir a Bayona para reunirse con Napoleón, donde se producirá la final abdicación en José Bonaparte. En Madrid queda una Junta de Gobierno como representante del rey Fernando VII.

Sin embargo, el poder efectivo queda en manos de Murat, el cual reduce la Junta de Gobierno a un mero títere o simple espectador de los acontecimientos. El 27 de abril Murat solicita, supuestamente en nombre de Carlos IV, la autorización del traslado a Bayona de la reina de Etruria (hija de Carlos IV) y del infante Francisco de Paula. Si bien la junta se negó en un principio, en su reunión en la noche del 1 al 2 de mayo y ante las instrucciones de Fernando VII llegadas a través de un emisario desde Bayona (conservar la paz y armonía con los franceses), finalmente ceden.


¡Que nos lo llevan!
El 2 de mayo de 1808, la multitud comenzó a concentrarse ante el Palacio Real. El gentío vio como los soldados franceses sacaban del palacio a la reina de Etruria, cuya salida no produjo conmoción alguna. La presencia de otro coche hace deducir que está destinado al infante Francisco de Paula. Al grito de ¡Que nos lo llevan!, el gentío penetra en el palacio. El infante se asoma a un balcón aumentando el bullicio en la plaza. Este tumulto es aprovechado por Murat, el cual despacha a un batallón de granaderos de la Guardia Imperial al palacio, acompañado de artillería, los cuáles disparan a la multitud. Al deseo de impedir la salida del infante, se une la de vengar los muertos y deshacerse de los franceses. La lucha se extendería por todo Madrid y duraría horas.


La lucha callejera
Estatua erigida en Santander a la memoria del capitán de artillería Pedro Velarde Santillán, héroe cántabro de la Guerra de la Independencia Española muerto durante el levantamiento del 2 de mayo de 1808 en Madrid.Los madrileños tuvieron que descubrir en ese instante las necesidades de la guerra callejera: constitución de partidas de barrio comandadas por caudillos espontáneos; obligación de proveerse de armas (luchaban navajas frente a sables); necesidad de impedir la llegada de nuevas tropas francesas...

Todo esto no fue suficiente y Murat pudo poner en práctica una táctica tan sencilla como eficaz. Cuando los madrileños quisieron hacerse con las puertas de la cerca de Madrid para impedir la llegada de las fuerzas francesas acantonadas fuera de Madrid, el grueso de las tropas de Murat (unos 30.000 hombres) ya había penetrado en la ciudad, haciendo un movimiento concéntrico para adentrarse en Madrid.

Si bien la resistencia al avance francés fue mucho más eficaz de lo que Murat había previsto, especialmente en la Puerta de Toledo, la Puerta del Sol y el Parque de Artillería de Monteleón, esta operación permitió a Murat poner a Madrid bajo la jurisdicción militar. Esto es, tratar a los madrileños como rebeldes. Puso igualmente bajo sus órdenes a la Junta de Gobierno.

Poco a poco, los focos de resistencia van cayendo. Acuchillamientos, degollamientos, detenciones... Mamelucos y lanceros napoleónicos extreman su crueldad con el pueblo madrileño. Cientos de españoles, hombres y mujeres, y soldados franceses murieron en esta refriega. El lienzo de Goya La Carga de los Mamelucos refleja la luchas callejeras que tuvieron lugar ese día.


Daoíz y Velarde [editar]Mientras tanto, los militares españoles permanecían, siguiendo órdenes del capitán general Francisco Javier Negrete, acuartelados y pasivos. Sólo los artilleros del parque de Artillería sito en el Palacio de Monteleón desobedecen las órdenes y se unen a la insurrección. Los héroes de mayor graduación serán los capitanes Luis Daoíz y Torres (que asume el mando por ser el más veterano) y Pedro Velarde Santillán. Con sus hombres se encierran en el Parque de Artillería de Monteleón y, tras repeler una primera ofensiva francesa al mando del general Lefranc, mueren luchando heroicamente ante los refuerzos enviados por Murat.


Los levantados en armas [editar]El Dos de Mayo de 1808 no fue la rebelión de los españoles contra el ocupante francés, sino la del pueblo español contra un ocupante tolerado (por indiferencia, miedo o interés) por gran cantidad de miembros de la Administración. La Carga de los Mamelucos antes citada, presenta las principales características de la lucha: profesionales perfectamente equipados (los mamelucos o los coraceros) frente a una multitud prácticamente desarmada; presencia activa en el combate de mujeres, algunas de las cuales pierden incluso la vida (Manuela Malasaña o Clara del Rey); presencia casi exclusiva del pueblo y del elemento militar.


La represión [editar]
El Tres de mayo de 1808 en Madrid: los fusilamientos en la montaña del Príncipe Pío, de Goya. Museo del PradoLa represión es cruel. Murat no se conforma con haber aplastado el levantamiento sino que tiene tres objetivos: controlar la administración y el ejército español; aplicar un riguroso castigo a los rebeldes para escarmiento de todos los españoles; y afirmar que era él quien gobernaba España. La tarde del 2 de mayo firma un decreto que crea una comisión militar, presidida por el general Grouchy para sentenciar a muerte a todos cuantos hubiesen sido cogidos con las armas en la mano (Serán arcabuceados todos cuantos durante la rebelión han sido presos con armas). El Consejo de Castilla publica una proclama en la que se declara ilícita cualquier reunión en sitios públicos y se ordena la entrega de todas las armas, blancas o de fuego. Militares españoles colaboran con Grouch en la comisión militar. En estos primeros momentos, las clases pudientes parecen preferir el triunfo de las armas de Murat antes que el de los patriotas, compuestos únicamente de las clases populares.

En el Salón del Prado y en los campos de La Moncloa se fusila a centenares de patriotas. Quizá unos mil españoles perdieron la vida en el levantamiento y los fusilamientos subsiguientes.


Consecuencias Murat pensaba, sin duda, haber acabado con los ímpetus revolucionarios de los españoles, infundiéndoles un miedo pavoroso (garantizando para sí mismo la corona de España). Sin embargo, la sangre derramada no hizo sino inflamar los ánimos de los españoles y dar la señal de comienzo de la lucha en toda España contra las tropas invasoras. El mismo 2 de mayo, por la tarde, en la villa de Móstoles ante las noticias horribles que traían los fugitivos de la represión en la capital, un destacado político (Secretario del Almirantazgo y Fiscal del Supremo Consejo de Guerra), Juan Pérez Villamil hace firmar a los alcaldes del pueblo (Andrés Torrejón y Simón Hernández) un bando en el que llama a todos los españoles a empuñar las armas en contra del invasor, empezando por acudir al socorro de la capital. Dicho bando haría, de un modo indirecto, comenzar el levantamiento general, cuyos primeros movimientos (suspendidos eso sí) fueron los que promovieron el corregidor de Talavera de la Reina, Pedro Pérez de la Mula, y el alcalde Mayor de Trujillo, Antonio Martín Rivas; ambas autoridades prepararon alistamientos de voluntarios, con víveres y armas, más la movilización de tropas, para acudir al auxilio de la Corte.

70 Años de Su Majestad

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Juan Carlos de Borbón nació en Roma el 5 de enero de 1938, mientras la guerra civil arrasaba España. Su abuelo, el rey Alfonso XIII, había abandonado Madrid siete años antes.

Tras el fin de la guerra en 1939, el victorioso general Francisco Franco se encargó de asegurar de que España no contase con una monarquía en los 40 años que estuvo en el poder.

Cuando "Juanito" cumplió diez años le enviaron a Madrid, donde fue educado bajo la supervisión de Franco, quien vio en el chico un sucesor más adecuado y maleable que su padre, Don Juan.

Lo que le dijo a Chávez no fue muy propio de un rey, pero reaccionó de manera visceral cuando le provocaron, como suelen hacer los españoles
Jaime Peñafiel, cronista real

Tras la muerte de Franco en noviembre de 1975, el recién coronado rey de España, quien contaba entonces con 37 años, juró lealtad a los principios de su antecesor y aparente mentor.

Pero el lugar de este rey en la historia estará determinado por la rapidez y la valentía con la que ayudó a desmantelar el estado franquista.

En 1976 Juan Carlos eligió como primer ministro a Adolfo Suárez, un reformista que lideraría la transición hacia la democracia.

"Sentimiento de gratitud"

Un año después, el rey de España apoyó la legalización del partido comunista, y en 1981 defendió la joven democracia española durante un fallido intento de golpe de estado.

"Hay un sentimiento de gratitud hacia el rey por su papel en la transición de la dictadura a la democracia", afirma Charles Powell, historiador y biógrafo real.

El rey Juan Carlos pide a Chávez que se calle
El monarca, exasperado por las interrupciones de Chávez, le preguntó por qué no se callaba.
"Las encuestas muestran que los ciudadanos creen que es la persona que más contribuyó a la democratización de España y ese sentimiento de gratitud se da en todas las clases sociales e ideologías".-

Quizás por eso, en mayo de 2007 el rey fue votado como el español más imporante de todos los tiempos, en una encuesta realizada por un canal de televisión. Ganó al escritor Miguel de Cervantes, quien fue segundo, y a Francisco Franco, quien apareció en el puesto 23.

Pero en los últimos 12 meses, ha habido en España un intenso debate sobre el valor y la relevancia de la monarquía en la España del siglo XXI.

El pasado mes de septiembre se desató la polémica cuando estudiantes catalanes quemaron fotografías del rey Juan Carlos y la reina Sofía.

Las encuestas muestran que los ciudadanos creen que es la persona más contribuyó a la democratización de España y ese sentimiento de gratitud se da en todas las clases sociales e ideologías
Charles Powell, historiador y biógrafo real

Estos consideran al rey como el símbolo de un estado español artificial, y el juicio al que fueron sometidos por insultar a la monarquía dio publicidad a sus reivindicaciones.

El episodio llevó al rey a realizar una rara intervención durante un discurso en una universidad, en el que defendió la monarquía parlamentaria.

Pero el rey también era objeto de los ataques de algunos sectores de la derecha, especialmente del locutor de la radio católica COPE, Federico Jiménez Losantos, quien le pidió que abdicase en favor de su hijo, el príncipe Felipe.

Sentimiento republicano

Pese a todo, no hay muchas evidencias de que en España haya un sentimiento republicano extendido.

Los príncipes de Asturias
Muchos comentaristas creen que el príncipe Felipe permanece a la sombra de su padre.
En una reciente encuesta, el 69% opinaron que la monarquía parlamentaria es el sistema político "ideal" para España, mientras el 22% preferían la república.

Pero el encontronazo con Hugo Chávez en el mes de noviembre, aunque aplaudido por muchos españoles, aumentó la sensación de que Juan Carlos estaba viviendo su particular "Annus Horribilis".

"El mayor desafío ahora es la sucesión", afirma Powell.

"Juan Carlos siempre será popular por su papel activo en la transición a la democracia, pero la duda es como puede transmitir algo de ese capital al príncipe Felipe".

Los comentaristas reales creen que hay pocas posibilidades de que el rey abdique, lo que deja al Felipe, cercano a los 40 años, en una posición delicada, similar a la del príncipe Carlos de Inglaterra.

Felipe ha intentado dejar su huella en asuntos como el medio ambiente o la inmigración, pero permanece a la sombra de su padre.

El comentarista real Jaime Peñafiel cree que habrá turbulencias en el fututo. En España "tenemos una monarquía, pero no somos monárquicos", afirma.

"Los españoles son juancarlistas, apoyan a la persona, no a la institución y ello conlleva un riesgo: queda por ver si aceptarán a Felipe".


Felipe de Borbón cuarenta años

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El día 30 enero, don Felipe de Borbón cumplirá cuarenta años, una edad que se asocia con la madurez, en la que muchos proyectos de juventud se han convertido en realidad. El Príncipe de Asturias no es una excepción a esta norma, y a una larga y esmerada formación que incluyó las enseñanzas universitarias y la formación en las academias militares, se han unido decisiones de carácter íntimo, que le han llevado a formar una familia, tras casarse con doña Letizia Ortiz, con la que ha tenido dos hijas, doña Leonor y doña Sofía. La opción del matrimonio y la paternidad, que en el resto de los ciudadanos adquiere una exclusiva dimensión personal, tiene consecuencias añadidas en la figura del Heredero de la Corona, porque la institución monárquica descansa en el principio sucesorio, que ya ha quedado garantizado a través de su descendencia. La hipotética reforma del artículo 57 de la Constitución para acabar con la preferencia del varón sobre la mujer estuvo en el debate público durante algún tiempo, pero ha perdido interés al no haber tenido los Príncipes de Asturias, hasta ahora, ningún hijo varón.

La Constitución no dice nada sobre las funciones que le corresponde desempeñar al Heredero de la Corona, conformándose con resaltar que de forma natural accederá al trono por fallecimiento del Rey. La única referencia en el texto constitucional aparece en el artículo 61.2, al señalar la obligatoriedad de prestar juramento a la Constitución, ante las Cortes Generales, cuando el Heredero de la Corona cumpla dieciocho años, requisito cumplido por el Príncipe de Asturias el 30 de enero de 1986.

Dada la ausencia de previsiones constitucionales, al Príncipe de Asturias le toca cumplir con el rol de Heredero, sin más apoyo que su intuición, la formación recibida y el ejemplo y los consejos del Rey. No es una tarea fácil, porque se trata de un trabajo y una dedicación sin límite temporal preciso, en la que hace falta trasmitir confianza a los españoles y seguridad a los observadores internacionales de que el futuro de la Corona española se encuentra en buenas manos.

Don Felipe de Borbón ha desplegado una importante actividad en el exterior, sabedor de que uno de los grandes activos de la Corona española es la de ser el principal embajador de España en el mundo. Los viajes en representación del jefe de Estado en la toma de posesión de mandatarios de países iberoamericanos, junto con visitas de carácter más pausado, para conocer los sistemas políticos, las formas de vida y las diversas culturas que hay en otras partes del mundo han ocupado parte de su actividad. Desde su mayoría de edad, el Príncipe también ha querido conocer con detalle la realidad de nuestro país; para ello se ha desplazado a las distintas comunidades autónomas para asimilar las necesidades y las inquietudes de sus habitantes.

En ese conjunto de relaciones establecidas entre don Felipe de Borbón y las regiones españolas, ocupa un especial papel Asturias. El principal título del Heredero de la Corona es el de Príncipe de Asturias, lo que crea un vínculo de calidad. El Principado de Asturias se creó en las Cortes de Bribiesca, en el año 1388, y desde entonces correspondió al Heredero de la Corona, de tal forma que distintos personajes en la historia reclamaron para sí el título de Príncipe de Asturias como forma de asegurarse el disfrute de la Corona. Don Felipe fue investido como Príncipe de Asturias, en Covadonga, cuando tenía nueve años de edad. Esa relación entre don Felipe y nuestra región encontró un marco muy especial de realización a través de la Fundación Príncipe de Asturias, constituida en el año 1980. Un año más tarde, en la primera ceremonia de entrega de los Premios Príncipe de Asturias, don Felipe de Borbón pronunció su primer discurso público. Durante veintisiete años consecutivos el Heredero de la Corona ha girado visitas a nuestra región, familiarizándose con la realidad urbana de Asturias y también conociendo su dimensión rural, al entregar en distintas localidades el galardón de Pueblo Ejemplar que concede la Fundación Príncipe anualmente.

Por si el vínculo de don Felipe de Borbón con Asturias no fuera suficientemente sólido, quiso el destino que en el año 2004 contrajera matrimonio con doña Letizia Ortiz, una joven periodista ovetense, lo que introdujo a Asturias en el álbum de fotos familiar. Las visitas privadas a nuestra región se convirtieron en habituales, recalando en la localidad de Sardéu (Ribadesella), residencia de los abuelos paternos de doña Letizia. Una suma de causas históricas y decisiones personales ha llevado a vincular de una manera muy estrecha a don Felipe de Borbón con Asturias. Cuando las visitas de los Príncipes de Asturias superan las veinticuatro horas, no hay una residencia adecuada para que pasen su estancia entre nosotros. En cualquier comunidad autónoma ya se hubiera detectado la necesidad de destinar un inmueble para tal fin, que debe simplemente ajustarse a las funciones para las que se requiere. El Gobierno regional debería realizar esta gestión, consciente de que a Asturias le resultará muy positivo que las estancias de los Príncipes sean más prolongadas entre nosotros. Para el que tenga dudas sobre el particular o esté aquejado de prejuicios trasnochados, que medite sobre los efectos que ha tenido para Mallorca las estancias veraniegas de la Familia Real.

Los 40 años del Príncipe llegan en un momento en que en España se han roto algunos de los consensos básicos que han funcionado eficazmente desde la transición. En sus discursos, con motivo de la ceremonia de entrega de los galardones, don Felipe de Borbón ha subrayado el enorme progreso conocido por España bajo el marco de la Constitución. La defensa del texto constitucional y el papel moderador de la Corona constituyen la clave de bóveda que soporta las tensiones identitarias de la convivencia nacional. En ese horizonte se inscribe la misión histórica que don Felipe de Borbón está llamado a realizar.

Casa de la Villa

20080128205550-aqjp1x2caqzjxtqcadta3ejca5aoewxca59sb5acac87napcak4gkqycaub9g37cag6jq4mcacs4yl7ca47eh9ycajedw4hcavka0adcatht5jlcamca5npca3ihygjcayr24eyca2kqw0vca38ir9g.jpgDesde que el Ayuntamiento madrileño trasladó su sede -y casi 700 funcionarios- al Palacio de Cibeles, el pasado 5 de noviembre, la Casa de la Villa se ha quedado casi vacía y desangelada. Muchos madrileños se preguntan qué pasará en el futuro con el que ha sido, históricamente, el emplazamiento del Gobierno local casi desde que la capital existe. Los responsables del municipio ya tienen planes: la Casa de la Villa y la de Cisneros se restaurarán y transformarán en museos de la ciudad, abiertos al público.

Se trata de abrir un apéndice del Museo de la Historia -antes Museo Municipal-, que tendrá como escenario estos dos edificios y la plaza en que se asientan. Allí, en el lugar donde nació el municipalismo madrileño, los ciudadanos podrán ver y revivir la historia del Ayuntamiento, en los mismos escenarios en que ésta se ha desarrollado.

El traslado de los funcionarios y las instalaciones de la Alcaldía, la Vicealcaldía y otras áreas al Palacio de Cibeles ha dejado desiertos muchos despachos en la Casa de la Villa, la de Cisneros y el anexo Palacio de Cañete -en la calle Mayor, número 69-. Y más vacíos aún estarán estos edificios cuando termine de construirse el nuevo salón de plenos que ahora se levanta en el interior del Palacio de Cibeles, y que estará listo, según las previsiones, en la primavera del año 2009.

Aprovechando la disminución de la carga administrativa, el Gobierno local iniciará una cadena de obras de reforma que comenzarán por el Palacio de Cañete, y proseguirán por la Casa de la Villa y la de Cisneros cuando el primero esté terminado y el nuevo salón de plenos ya sea operativo.

Muchas áreas municipales se verán inmersas en este proceso de recuperación histórica de la Primera Casa Consistorial: Las Artes, Hacienda, Urbanismo... La idea es asociarlo como una sección del Museo de Historia Municipal -antes Museo Municipal, en el edificio del antiguo Hospicio, en la calle Fuencarral-. Y mostrarlo: se irá abriendo al público paulatinamente, y contará con algunas salas -las menos interesantes desde el punto de vista histórico- para mostrar audiovisuales. Será parecido a un centro de interpretación de la historia de la ciudad.

Tapices, frescos y cuadros

Ambos inmuebles, y especialmente la Casa de la Villa, tienen un enorme patrimonio artístico: tapices flamencos -algunos con cartones de Rubens-, frescos de Palomino -en la capilla-, y pinturas de gran valor. La mayor parte de ellos están ya restaurados; quedará por realizar alguna intervención arquitectónica para recuperar las trazas originales.

Por ejemplo, en el Patio de Cristales: esta estancia, en origen, no tenía suelo en la planta que da acceso al salón de plenos, sino que era un espacio diáfano desde la planta baja, la que ahora ocupa el Registro General del Ayuntamiento. Posteriormente, se le puso un suelo de cristal que fue sustituido, en el siglo XX, por el que actualmente tiene. Es intención del Gobierno local hacer desaparecer ese suelo, y devolver al patio su doble altura primitiva.

De puertas a balcones

La entrada al salón de plenos cambiará: las actuales puertas al Patio de Cristales se convertirán en balcones que permitirán, desde un deambulatorio en torno al mismo, observar la zona central. Pero además de la recuperación de la traza original, también habrá que resolver un importante problema: el de la accesibilidad al conjunto. Los arquitectos municipales deberán encontrar una fórmula que combine la protección del edificio -toda la plaza está declarada Bien de Interés Cultural- y la necesidad de hacerlo «visitable» para personas con dificultades motoras.

Empezar por Cañete

Los planes municipales contemplan iniciar en 2008 las obras en el palacio de Cañete -prácticamente vacío tras la mudanza de instalaciones a Cibeles-. Una vez se finalice el nuevo salón de plenos en el Palacio de Correos, -mediado el año 2009-, podrán comenzarse las obras en las Casas de la Villa y de Cisneros. Calculan que estarán finalizadas para el final del presente mandato. Y a las visitas guiadas y la recuperación del patrimonio histórico y artístico, se le unirá la utilización de este conjunto como escenario de actividades culturales dedicadas a la historia de la ciudad. El Instituto de Estudios Madrileños, por ejemplo, podrá contar con instalaciones para organizar conferencias. Y también se prevé que los cronistas de la Villa cuenten con un espacio para reuniones.

La Plaza de la Villa y su entorno concentran gran cantidad de edificaciones con uso municipal: además de la primera Casa Consistorial, en la misma zona está -en plena restauración- el inmueble de Mayor, 72, la «cuarta fachada» de la plaza de la Villa, que albergará la junta de Centro; se ha rehabilitado Mayor 73 - edificio de los grupos municipales-, Mayor 83 -por la empresa municipal Madrid, Espacios y Congresos-, y el edificio de Sacramento 5, a espaldas de la Casa de la Villa. En breve abrirá el Centro de Las Artes del Libro, una nueva biblioteca sobre Madrid situada sobre lo que fuera casa de Iván de Vargas, también a espaldas del antiguo Consistorio madrileño.

Origen local

La historia del Ayuntamiento de Madrid está unida, desde casi su nacimiento, a la plaza de la Villa. Entonces no se llamaba así, pero en ese punto geográfico se celebraban las primeras reuniones del concejo abierto de Madrid, en el atrio de la iglesia de San Salvador, que estaba justamente en la esquina de esa plaza -entonces con otro nombre- y la calle Mayor. El templo se arruinó y, en su reconstrucción, se construyó una sala de reuniones que era la utilizada por el concejo.

Con la llegada de la Corte a Madrid -primero en 1561, y definitivamente en 1606-, el concejo compra una casa en la plaza, la de Juan de Acuña, para poner allí su primera sede estable: sería la Casa de la Villa. Sus planos los dibuja Gómez de Mora -sustituto de Juan de Herrera- en 1644, pero el edificio no se termina hasta 1695, nada menos que 51 años después, y en este tiempo pasa por las manos de varios arquitectos: José de Villarreal, Alonso Carbonell, Juan de Villanueva y Teodoro Ardemans.

Por su parte, la Casa de Cisneros -donde hasta el pasado mes se encontraba el despacho del alcalde- data de 1537. En su origen, la fachada a la plaza de la Villa era en realidad el acceso trasero que daba entrada a las cuadras y los corrales. Es de estilo plateresco y fue construida por Benito Jiménez de Cisneros, sobrino del cardenal del mismo nombre. A partir de 1909, se convirtió en propiedad municipal -para ampliar la Casa de la Villa, que se había quedado pequeña-. Y en 1915 se construyó el pasadizo elevado que une ambas edificaciones.

                                                                                                                                                                                                                                                                                                                               
28/01/2008 20:55 Miguel Angel Rodriguez Urosa Enlace permanente. sin tema No hay comentarios. Comentar.

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