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Una tapicería rica. Museo del Prado

Willem de Pannemaker fue el gran tapicero del Renacimiento. Carlos V y Felipe II adornaron gran parte de sus palacios con obras que eran auténticas joyas, símbolo del poder de sus propietarios. Su trabajo llegó a ser más considerado que el del propio Tiziano. El Museo del Prado abre hoy al público la serie más espectacular de un género al que hasta ahora no le había dedicado ninguna exposición: Los amores de Mercurio y Herse, formada por ocho piezas tejidas con hilos de oro y seda, en las que se narra una historia inspirada en los versos de Ovidio sobre los amores del dios Mercurio, hijo y mensajero de Júpiter, con Herse, la hija del rey de Ática.
Los ocho tapices, de cuatro metros de largo por seis de alto, han sido instalados en la sala de exposiciones temporales a la que se accede por las puertas construidas por Cristina Iglesias. Perfectamente conservados, dos de ellos son propiedad del museo y el resto han sido prestados por coleccionistas particulares.
Concha Herrero Carretero, conservadora de Tapices de Patrimonio Nacional, una de las comisarias de la exposición junto a Leticia Azcue, explicó ayer que estas series de tapices hay que contemplarlas como un antecedente del cine. "Son secuencias escénicas perfectamente hilvanadas que van relatando una historia". Añadió que "en las pequeñas intervenciones de restauración que ha habido que realizar se ha podido comprobar al detalle su proceso de elaboración y la enorme riqueza de los materiales utilizados"
para su elaboración.
Gabriele Finaldi, director adjunto del museo, aseguró que esta serie es una de las más importantes del mundo por su tamaño y calidad. "Es una obra exquisita y espléndida por la cantidad de oro y plata con la que está primorosamente realizada. Hay que fijarse en esos paisajes y en esos héroes de la mitología que componen una secuencia de una belleza tan rara como insuperable. Su contemplación ejerce una fascinación que muy pocas veces se consigue".
Los amores de Mercurio y Herse. Una tapicería rica de Willem de Pannemaker. Museo del Prado. Paseo del Prado, s/n. Desde hoy y hasta el 26 de septiembre. De martes a domingo de 9.00 a 20.00. Tarifa general: 8 euros en taquilla. Más información en www.museodelprado.es . Tel. 902 107 077.
Vuelven los Veranos de la Villa

Los Veranos de la Villa volverán a amenizar a los madrileños y visitantes del 29 de junio al 22 de agosto bajo el lema 'Este verano vete a Madrid' y una programación de más de 150 espectáculos en sus escenarios habituales, junto a los que se abre un nuevo espacio para grupos noveles.
Según avanzó hoy el Ayuntamiento de Madrid, la programación preparada en los Veranos de la Villa incluye música, danza y teatro en el escenario de Puerta del Ángel, en los Jardines de Sabatini, en los teatros municipales y privados, en salas de música y en diferentes espacios públicos de la ciudad.
Como principal novedad dentro de Veranos en la Calle, el festival ha creado el Espacio Fringe en el auditorio del Parque Tierno Galván, con el que abre su programación a conjuntos más desconocidos y de estilos musicales muy variados.
Además, la terraza de Casa de Vacas acogerá por primera vez un escenario dedicado al teatro donde la compañía Ítaca Teatro ofrecerá sus adaptaciones de 'El licenciado vidriera' y 'Rinconete y Cortadillo', de Miguel de Cervantes, del 8 de julio al 8 de agosto.
La compañía Titania ocupará ese mismo espacio con 'Jamlet (con J)', una versión del clásico de William Shakespeare, a partir del 12 de agosto.
PUERTA DEL ÁNGEL
Así, el escenario de Puerta del Ángel acogerá el 29 y 30 de junio a Paco de Lucía, que abrirá una tanda de 32 citas musicales en las que se unirán diferentes estilos, comenzando por la 'terna flamenca' de Miguel Poveda (2 de julio), Ojos de Brujo (6 de julio) y Diego el Cigala (16 de julio).
Le seguirán cinco conciertos de jazz con Bela Fleck, Zakir Hussain & Edgar Mayer y Richard Bona (14 de julio); Natalie Cole (19 de julio), Diana Krall (26 de julio) y Marianne Faithful (9 de julio), mientras que el gran Herbie Hancock ofrecerá su particular visión de jazz contemporáneo el día 25 de julio.
El rock llegará con las voces e instrumentos de Jeff Tweedy (7 de julio), Patti Smith (20 de julio), Elvis Costello & The sugarcanes, (22 de julio) y Roger Hodgson (29 de julio), mientras que el pop tendrá su espacio en los conciertos de Manuel Carrasco (1 de julio), Millow (4 de julio) o Bebe (8 de julio).
Youssou N'Dour (16 de julio), Eryka Bahdu (17 de julio) y Eli Paperboy Reed (24 de julio) acudirán también a este espacio, al igual que The Wailers (15 de julio), que celebrarán sus 40 años de vida en los Veranos de la Villa.
Finalmente, las músicas del mundo tendrán sus reflejo con la música brasileña y el fado portugués, que estarán representados por Adriana Calcanhotto (9 de julio), Ana Carolina (12 de julio), Mariza y Ricardo Ribeiro (13 de julio) y Caetano Veloso (21 de julio).
Además, de Israel llegará Noa, junto al español Dorantes (3 de julio); de Argentina, León Gieco (10 de julio); de Italia, Vinicio Capossela (18 de julio) y Claudio Baglioni (5 de julio); de Argelia, Khaled (27 de julio); de Irlanda, Sinéad O'Connor (28 de julio); de Colombia y Cuba, Buena Fe, Aterciopelados y Lucas Masciano (31 de julio); de Sudáfrica, Soweto Gospel Choir (30 de julio); y de Alemania, el punk de Nina Hagen (23 de julio).
ESCENARIO DE JARDINES DE SABATINI
Por su parte, los Jardines de Sabatini se convertirán en el escenario principal del festival, al albergar de forma casi interrumpida 53 días de espectáculo de diferentes disciplinas.
En el apartado de zarzuela, será la compañía Ópera Cómica, con Francisco Matilla al frente, quien ponga en escena 'La Gran Vía' de Chueca entre el 1 de julio y el 16 de agosto. Entre el 24 de julio y el 4 de agosto será el turno de la compañía Tiempo Lírico, bajo la dirección de Carlos Fernández de Castro, quien traiga 'La del manojo de Rosas', del maestro Sorozábal.
Dentro del apartado de danza, se ofrecerá la vista de Celtic Legends (18 a 22 de julio), un espectáculo que sumergirá al público en la cultura y la tradición de la música y el baile irlandés; mientras que los días 6 y 7 de agosto serán las noches del ballet a través de la gala 'Soirée de danza Roland Petit', en la que un elenco de grandes bailarines encabezados por Lucía Lacarra interpretarán una cuidada selección de piezas del coreógrafo y bailarín francés.
El nuevo ciclo 'Música en los Jardines' ofrecerá una amplia variedad de estilos musicales: la música coral estará representada por el conjunto norteamericano Turttle Creek (4 de julio); el jazz, por el piano de Chucho Valdés (5 de julio) y la voz de Melody Gardot (12 de julio); el soul, por Monique McDonald (8 de agosto); el cabaret, por el tenor Enrique Viana (22 de agosto); y el fado, por Carlos do Carmo (9 de agosto), María Lavalle y Camané, que comparten escenario el 16 de agosto.
Como colofón, el tradicional 'Ciclo Sabatini Flamenco', que un año más reunirá a los más destacados intérpretes: José Mercé (10 de agosto), la Compañía de Carmen Cortés (11 de julio), Enrique de Melchor y Rafael Riqueni (12 de agosto), Enrique Morente (13 de agosto), Manuel y Alba Molina (14 de agosto), Eva Yerbabuena (15 de agosto), Gerardo Núñez (17 de agosto), Arcángel (18 de agosto), José Menese (19 de agosto), Mayte Martín (20 de agosto) y Farruquito (21 de agosto).
ACTUACIONES EN LA CALLE
Junto a la programación de los dos escenarios se incluyen diversos espectáculos en zonas públicas de la ciudad. Así, el ciclo 'Música para la puesta de sol' de la plaza de Oriente acogerá diversos conciertos, mientras que la plaza de Sánchez Bustillo ofrecerá 'Danzacalles', el ciclo de danza contemporánea de la Sala Cuarta Pared en el que participarán Teresa Nieto, Mónica Runda y Carmen Werner, Camile C. Hanson, Manuel Rodríguez o Jordi L. Vidal. Por su parte, el Templo de Debod acogerá un año más un ciclo de músicas del mundo.
Completarán la oferta al aire libre Titirilandia 2010, en El Retiro, y Fescinal 2010, el ciclo de cine al aire libre en el Parque de la Bombilla.
Además, la plaza Mayor acogerá un año más la habitual cita de los madrileños con el maestro Daniel Barenboim, que volverá el 5 de agosto al frente de la orquesta West-Eastern Divan para interpretar la 'Sexta sinfonía' y la 'Séptima sinfonía' de Ludvig van Beethoven.
SALAS ASOCIADAS
El teatro será otra de las grandes constantes en la programación de los Veranos, con las salas municipales y 20 de las privadas como escenarios. Así, el Teatro Español acogerá en su sala principal 'El Arte de la Comedia', de Eduardo de Filippo, con dirección de Carles Alfaro (del 1 al 31 de julio), mientras que su Sala Pequeña programará 'La América de Edward Hopper', de Eva Hibernia, hasta el 25 de julio. Del 27 al 30 de julio, el mismo espacio celebrará un ciclo de "poesía en concierto".
Por su parte, el Teatro Circo Price volverá a apostar por el cabaret con 'Cabaret del Price', a partir del 1 de julio, mientras que el Teatro Fernán Gómez dedicará el mes de julio a la zarzuela, recuperando 'El barbero de Sevilla' con libreto de Guillermo Perrín y Miguel de Palacio y música de Jerónimo Giménez, y a cargo de la compañía Dolores Font, entre el 15 de julio hasta el 1 de agosto.
Finalmente, el Teatro Galileo acogerá la obra de Jardiel Poncela 'Un marido de ida y vuelta', dirigida por Javier Kremel y Francisco Vidal, durante los meses de julio y agosto.
Para consultar más información y la programación completa, a partir del 1 de junio, se puede consultar la página web www.esmadrid.com/veranosdelavilla.
El Prado descubre a Turner

Las principales obras paisajísticas de William Turner (Londres 1775-1851) se exhiben a partir del martes en el Museo del Prado junto con los grandes maestros que admiró y también sus coetáneos con los que rivalizó como Claudio de Lorena, Rubens, Rembrandt, Watteau, Canaletto o Tiziano. Bajo el título, 'Turner y los maestros' se exhiben 42 obras del pintor inglés, la mayoría de ellas nunca antes vistas en España.
Esta muestra, organizada por la Tate Britain, en colaboración con la Réunion des Musées Nationaux y Galeries Nationales du Grand Palais, llega a Madrid tras su éxito por Londres y París.
Para David Solkin, comisario de la exposición en la Tate Britain y Director Adjunto de The Courtauld Institute of Art, Turner es uno de los grandes paisajistas y un "gigante de la tradición europea" quien utiliza el paisaje como vehículo para abordar los grandes temas de la pintura. Prácticamente ausente de las colecciones públicas y privadas españolas, se le considera además un claro precursor del impresionismo y de la abstracción.
MAESTROS Y CONTEMPORÁNEOS
En este sentido, la exposición pone de manifiesto que el artista británico realizó su obra con perfecta conciencia de la pintura de los maestros antiguos, a los que estudió en profundidad, sin dejar de prestar atención a la aportación de algunos de sus contemporáneos.
En esta misma línea, el director adjunto del Museo del Prado, Gabriele Finaldi, señaló que la muestra traza el desarrollo de una pintor de orígenes humildes hasta convertirse en un "coloso" que dominó los diferentes estados de la Naturaleza. "Querer competir con los grandes pintores hizo que se encontrara con su propia voz desde muy joven", alegó Gabriele Finaldi.
Entre las 80 obras que se exhiben, se incluyen, destacar la presencia de 'Naufragio de un carguero', Tormenta de Nieve: Anibal y su ejército cruzando los Alpes, Paz, Entierro en el mar, Sombra y oscuridad, la tarde del Diluvio, Luz y color (la teoríade Goethe).
SÓLO EN EL PRADO
Muchas de las obras expuestas proceden de instituciones y colecciones europeas y norteamericanas, pero en el Prado se incluyen algunas novedades con respecto a las muestras de Londres y París. Así, cuadros como 'Sombra y oscuridad. La víspera del Diluvio', 'Luz y color. La mañana después del Diluvio' y 'Paz. Entierro en el mar', tres obras maestras que Turner realizó al final de su carrera, pueden disfrutarse en la muestra del Prado, abierta hasta el 19 de septiembre.
En cuanto a las obras de otros pintores incluidas en la exposición, resaltar algunas grandes obras maestras de otros artistas nunca antes expuestas en España como 'Muchacha en la ventana' de Rembrandt y 'Les Plaisirs du Bal' de Watteau procedentes de la Dulwich Picture Gallery en Londres. Sin olvidar los impresionantes lienzos de Claudio de Lorena o de Rubens. También se expone únicamente en el Prado 'Un barco inglés en un temporal tratando de ganar barlovento' del pintor holandés Willem van de Velde el Joven.
'Turner y los Maestros', realizada con el patrocinio de AXA y la colaboración de la Comunidad de Madrid, ofrecerá a los visitantes la posibilidad de percibir los vínculos del artista con otros pintores muy destacados y el modo "profundamente original" en que asimiló su influencia desde el período inicial de su carrera a sus últimas composiciones.
Ghirlandaio y el Renacimiento florentino se instalan en el Museo Thyssen

"Ghirlandaio y el Renacimiento flamenco"
Paseo del Prado, 8
28014 Madrid
Del 23 de junio al 10 de octubre de 2010
De martes a domingo, de 10:00 a 19:00 horas
Excepto desde el 29 de junio al 11 de septiembre: de 10:00 a 23:00 horas, de martes a sábado
Comisario: Gert Jan van der Sman
Obras: 60
La figura de Giovanna Tornabuoni, esposa de Lorenzo Tornabuoni, heredero de una influyente familia florentina ligada a los Médicis, nos resulta conocida gracias al magnífico retrato póstumo que le realizó Ghirlandaio y que iba a disponerse en un lugar de honor del palacio donde residía. En la obra el artista resaltó la belleza de la dama, su papel como esposa de Tornabuoni y su devoción, aspectos fundamentales en torno a los que se desarrolla la muestra "Ghirlandaio y el Renacimiento florentino", que podrá visitarse en el Museo Thyssen desde el 23 de junio.
La exhibición se abre con una vista de Florencia datada en la primera mitad del s XVI en la que pueden apreciarse los edificios más representativos de la ciudad y con dos manuscritos pertenecientes al padre de Giovanna en los que se detallan los gastos que ocasionó la boda de su hija y el ajuar con el que se la dotó. A continuación podrán contemplarse una serie de retratos de Ghirlandaio en el que queda patente su gusto por la fidelidad en la representación de los rasgos y sus innovadoras composiciones, así como su admiración por el arte flamenco, y en concreto por la obra de Hans Memling. Sobresalen entre ellos el Retrato de Selvaggia Sassetti, quizá ejecutado por su hermano David, y el más poético y evocador Retrato de una joven del Museo Calouste Gulbenkian; sin olvidar, por supuesto, el de Giovanna Tornabuoni, quizá en el que más se subraya la gracia femenina y la dignidad de su representada.
En el Thyssen podrán contemplarse reunidas por primera vez (en quinientos años), cuatro de las piezas que adornaron los aposentos privados de Lorenzo y Giovanna: tres tablas alusivas a la leyenda de Jason y Medea y un tondo, también de Ghirlandaio, que mostraba una Adoración de los Reyes. El conjunto exaltaba el concepto grecorromano de lo heroico, los ideales cristianos y el optimismo cultural propio del Renacimiento italiano.
Además, pinturas, esculturas y manuscritos que testimonian la devoción privada de las más poderosas familias florentinas tendrán cabida en la exhibición, que incluirá los lujosos libros de horas que se crearon para Lucrezia y Maddalena de Médicis y diversas tallas y composiciones religiosas de gran refinamiento y uso particular, como las realizadas por Rossellino o el propio Ghirlandaio.
La exposición finaliza con la presentación de un estudio técnico del retrato de Giovanna Tornabuoni en el que se detalla su proceso de creación, se ofrece un análisis técnico de la tabla y sus materiales y se muestra una reflectografía infrarroja que revela modificaciones compositivas subyacentes.
Reabierta la Capilla del Obispo

De lo poquito de estilo gótico que hay en Madrid, hoy se inaugura la joya de las joyas: la Capilla del Obispo, perteneciente al Conjunto Monumental de San Andrés.
Hace cuarenta años le diagnosticaron ruina. Se cerró por peligro de derrumbe. Ha estado en obras los últimos cinco. Ahora, con la rehabilitación acabada, esta capilla —en el número 1 de la plaza de la Paja, dentro del corazón castizo de la ciudad—, abre sus puertas de par en par. Lo harán, según lo previsto, la presidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre, y el cardenal arzobispo de Madrid, monseñor Rouco. Y con misa.
La hermana Isabel recogía ayer los bártulos y los pentagramas a toda prisa. Con su hábito gris, impoluto, la pillamos nada más terminar el ensayo. «Sí, cantamos en la misa de inauguración. Es un privilegio en esta capilla», nos decía. Ella forma parte de un coro de once voces. Cinco hombres y seis mujeres. Pertenecen a los Hermanitos y Hermanitas del Cordero. Lo corto del ensayo que escuchamos hace prever que sus cánticos, esta tarde, en la misa de siete, sonarán a gloria.
Bien de Interés Cultural
El objetivo de esta complicada restauración es que de la Capilla del Obispo pudieran disfrutar todos los madrileños y los que visitan la ciudad. Desde luego, parece parada obligada. Se trata de un edificio del siglo XVI, declarado Bien de Interés Cultura, la máxima protección que contempla la legislación. En la obra se han invertido casi 3,3 millones de euros. La Fundación Caja Madrid ha aportado 2,1; el resto, el Gobierno regional. El complejo histórico artístico se abrirá al público a partir del próximo lunes. Habrá cultos, misas incluidas. Las visitas guiadas están en estudio pero con muchas posibilidades de que se lleven a cabo.
Las tareas de rehabilitación han sacado a la luz —como informó ABC el 4 de abril de 2004—, los cimientos de la parroquia de San Andrés y su cementerio, que los visitantes podrán contemplar desde un gran ventanal en el suelo de la capilla. Se han encontrado esqueletos de, al menos, cincuenta personas. Ahora se estudia el ADN para las posibles identificaciones. Lo que sí es seguro es que entre los enterrados se encuentran los restos de don Gutierre de Carvajal y Vargas, Obispo de Plasencia, que fue quien, en 1524, continuó con las obras de esta capilla fundada por su padre, don Francisco de Vargas y Medina, privado de los Reyes Católicos.
La idea original fue que este lugar fuera la capilla funeraria para albergar los restos de San Isidro porque, según cuenta la historia, aquí mismo se levantó una modesta iglesia de la que fue feligrés Isidro Merlo y Quintana, luego San Isidro Labrador, que trabajó aquí como albañil.
Enterrado y desenterrado en varias ocasiones, tras descubrirse el cuerpo incorrupto del Santo patrón dicen que Alfonso VII erigió la primera capilla para San Isidro en Evangelio de la primitiva parroquia de San Andrés.
En los últimos años, el Gobierno regional ha restaurado esta Capilla del Obispo, incluidos sus bienes muebles: el retablo mayor, sepulcros y retablos menores. Además, la sala capitular y el atrio, lugar éste último donde se ha situado una puerta para que se comuniquen la Capilla del Obispo, la iglesia de San Andrés y la capilla de San Isidro. Se ha dotado a todo el complejo de un ascensor y de aseos con vistas a su uso por el público.
El retablo mayor, obra de Francisco Giralte, discípulo de Berruguete, es plateresco. Magníficas las escenas de la infancia y la pasión de Cristo. La parte de los sepulcros está esculpida en alabastro. Pertenecen al Obispo de Plasencia y a sus padres. Lo de estos últimos no está confirmado.
Las tres disciplinas
«Es un verdadero placer poner estas joyas a disposición de los ciudadanos», asegura el director general de Patrimonio Histórico de la Comunidad de Madrid, José Luis Martínez-Almeida. Confiesa que su favorito es el cenofio de alabastro situado a la izquierda del altar mayor. «Es una maravilla. Por su composición y su estado de conservación. Una joya única».
Y recuerda Martínez-Almeida que la rehabilitación de la Capilla del Obispo «ha necesitado de arqueología, arquitectura y bienes muebles, las tres disciplinas básicas en materia de restauración. Un reto».Hoy se abre al culto la Capilla del Obispo, alhaja gótica apenas conocida que Madrid atesora desde hace cinco siglos. Este templo único en Madrid se hallaba años atrás en una situación de abandono próxima a la ruina. Ahora, tras cuatro décadas largas de cierre apenas interrumpido por una exposición fotográfica en 1996, sus cubiertas, artesonados, columnas, forjados, muros, cimientos y ornamentaciones se han visto beneficiadas por la estela de una rehabilitación integral de la iglesia y de su sala capitular. Acometida por la Dirección General de Patrimonio del Gobierno regional, ha sido culminada por el arquitecto Javier Vellés y la aparejadora Charo Fernández Heras.
Un descendiente de Iván de Vargas la construyó como tumba de San Isidro
La Casa de Alba la cedió a la Iglesia para que la abriera a los madrileños
La inversión, en la que colabora la Fundación Cajamadrid, ha alcanzado 3.252.404 euros a lo largo de un lustro de obras incesantes, interrumpidas a fines de 2007 durante un año tras el hallazgo de vestigios arqueológicos presumiblemente procedentes de la época islámica. Restos procedentes de hasta 50 personas, muchas de ellas infantes, fueron encontrados en un cementerio milenario, bajo el suelo del templo, cuando se intentaba calefactarlo y convertirlo en radiante, como así ha sido ahora. Una vitrina arqueológica abierta en el suelo de la iglesia muestra hoy al visitante la disposición de los enterramientos descubiertos.
En una estancia subterránea jalonada por un juego de arcosolios recobrado durante la actuación, tres grandes vitrinas muestran útiles hallados también allí. Se trata de molduras, clavos e instrumentos de cantería. La supervisión arqueológica fue responsabilidad de Pilar Mena, experta de la Dirección General de Patrimonio de la Comunidad de Madrid.
Desde la escalinata que domina la plaza de la Paja, detrás de la contigua iglesia de San Andrés, se accede a un claustro con zócalos de piedra, ahora acristalado, donde se abre una puerta de nogal con escenas bíblicas excelsamente talladas, atribuídas a Francisco Villalpando y a Cristóbal de Rojas: al cruzar la preciosa puerta, la mirada se deslumbra frente al destello que surge de un retablo de ciprés policromado, con la serena impronta castellana de Alonso de Berruguete. Refulgen sobre su superficie carnaciones rosáceas de figuras de la Pasión de Cristo, labradas por su discípulo, Francisco Giralte, entre columnas estofadas en oro por Juan Villoldo El Mozo.
Cuando la mirada aún no se ha repuesto de tanta magnificencia, un cenotafio cincelado en mármol por el genio de Giralte, muestra el primer fulgor manierista importado por Juan de Juni, su maestro. Está situado en el paramento derecho -el de la epístola- y atrae hacia sí toda la atención: una figura orante sobre un rico reclinatorio, entre niños y matronas, mira al altar mayor, a cuyos flancos dos estatuas más, arrodilladas y talladas sobre mármol de Cogolludo, rezan una oración que ha durado cinco siglos. Componen los que fueran tres sepulcros -ahora vacíos cenotafios- de Francisco de Vargas e Inés de Carvajal, y de su segundo hijo, Gutierre de Vargas Carvajal, nacido en 1506, prohombre del Renacimiento, mecenas de empresas navales hacia el Estrecho de Magallanes y pródigo obispo de Plasencia desde los 18 años. En 1535, Gutierre culminó la construcción de la capilla iniciada por su padre en 1524.
Consejero de Isabel de Castilla y Fernando de Aragón, también de Carlos I, Francisco de Vargas, el más poderoso gentilhombre de la Corte española, con la venia del Papa León X quiso sepultar en esta capilla los restos de Isidro, el futuro patrono de la ciudad. Cuatro siglos antes, el santo había sido empleado como agricultor e hidráulico por su antecesor, Iván de Vargas, en los predios ganados por favor regio tras participar en la reconquista de Madrid, entonces en manos árabes.
Con el tiempo, la Capilla del Obispo perdió en un pleito la custodia de los restos del santo, que fueron a parar a la paredaña iglesia parroquial de San Andrés, también restaurada y donde se veneran en la colegiata. Las relaciones de los párrocos con los 13 capellanes -el poeta y músico Vicente Espinel fue en 1624 uno de ellos- se rompieron durante siglos. Ahora, una puerta de bronce verde, cincelada por Joaquín Cruz Solís, restaña las viejas heridas y permite un tránsito sellado antaño entre ambos templos.
Las Hermanitas del Cordero, congregaciòn francesa ataviada de azul y de reciente instauración en España, se hará cargo de la Capilla, de la que es titular el Arzobispado madrileño. La recibió en cesiòn de la Casa ducal de Alba, a condición de que revirtiera al pueblo de Madrid.
Capilla del Obispo. Horario de culto ordinario. Plaza de la Paja, 9. Entrada libre.