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Fin de Madrid Río

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Se sabía que sería antes de las elecciones del 22 de mayo, pero hoy, hasta ahora no se le había puesto fecha final. El proyecto Madrid Río, un gigantesco espacio al aire libre construido sobre los túneles del tramo soterrado de la M-30 con el fin de recuperar el Manzanares para la ciudad, estará concluido al completo el 15 de abril, con todos sus espacios verdes y recreativos, incluidos los grandes parques y jardines de Arganzuela, Matadero, Puente de Toledo o la Ermita de la Virgen del Puerto, según ha prometido esta mañana el alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón. Las obras han costado 410 millones de euros, financiados en su mayor parte con fondos del Plan E del Gobierno.

Aunque aún no está decidido si habrá un gran acto de inauguración, esta primavera los vecinos no sufrirán más obras y se abrirá a madrileños y turistas este enorme ámbito, con áreas infantiles y de mayores, parques, fuentes y zonas deportivas, que se puede recorrer a pie, en patines o en bici. También serán practicables los nuevos pasos peatonales que conectan con la Casa de Campo, con el tramo Norte del Manzanares, y con el Parque Lineal del Manzanares y la Caja Mágica al sur. Gracias a Madrid Río, a la capital ya no se le podrá cantar que no tiene playa, aunque esta sea artificial y no permita chapuzones, sino solo mojarse con distintos chorros de agua. La playa tiene una superficie de casi dos campos de fútbol, y dispondrá de tumbonas para tomar el sol, aunque están pendientes de adjudicación y el servicio no se pondrá en funcionamiento hasta más adelante. Estará situada en el nuevo gran parque de Arganzuela.

Los bares, para agosto

Sin embargo, hasta el verano no se podrá tomar un piscolabis en los locales que incluye el proyecto. Se espera que abran sus puertas en agosto como muy tarde alguno de los primeros cuatro bares-cafeterías del ámbito, cuyo concurso público -declarado desierto en la primera convocatoria- se volverá a licitar este mismo mes de febrero con unos criterios "más flexibles", según ha puntualizado la concejal de Urbanismo y Vivienda, Pilar Martínez. Están en puntos estratégicos como el puente de Segovia o el puente del Rey. El proyecto prevé un total de 20 quioscos en el río, aunque de momento está previsto adjudicar una docena.

En el acto de hoy para promocionar Madrid Río, el alcalde ha presentado la página web de Madrid Río, en realidad una zona habilitada dentro de la web de Munimadrid, con su misma estética y cabecera y en la que se ha recopilado toda la ingente y abrumadora información existente en forma de presentaciones, power points, planos, decretos...

Al final de la portada de este especial se incluyen los enlaces a "Madrid Río en las redes sociales", es decir, una cuenta en Facebook, otra en Twitter y otros enlaces e iconos de páginas que nada tienen que ver con el concepto de red social, como la web para compartir vídeos Youtube, en la que han creado un canal, la enciclopedia libre Wikipedia y Google Earth, la herramienta cartográfica de Google. Además, estos dos últimos iconos no enlazan, son mero ornamento. En Youtube, por cierto, no han colgado aún la presentación del alcalde de esta mañana, pero sí siete vídeos que ya han sido vistos 3.200 veces. Poco éxito han tenido en cuanto a los comentarios, pues no hay ninguno todavía. En Twitter llevan, a las 17.30, 45 seguidores y en Facebook les gusta la página a 211 personas.

Comentarios elogiosos

Los comentarios que se pueden leer en Facebook hasta el momento son muy elogiosos, por ejemplo sobre de un vídeo: "El vídeo es un pasote, no dejéis de verlo. ¿Alguien sabe quienes son los arquitectos o diseñadores de estos puentes?" "Quedará precioso !!!!!!!!!!! Solo deseamos poder disfrutar muy prontito los puentes y los jardines", reza otro. En Google Earth, según el alcalde, el proyecto ha recibido 1.899 visitantes en un mes, que han accedido tanto a las imágenes subidas por los propios usuarios como a las 11 que ha subido el Ayuntamiento, y a las que pronto se sumarán otro centenar. Las fotografías de satélite son todavía de la etapa de obras. "Estamos deseando que el satélite nos fotografíe para ver la nueva realidad", ha manifestado el alcalde.

Mientras tanto, Madrid Río avanza a contrarreloj. Todo tiene que estar listo un mes antes de las elecciones municipales y se nota. Aunque hay bastantes tramos prácticamente acabados (por la zona del paseo de Extremadura, o el margen del río que da a los distritos de Carabanchel o de Usera), otras están más que a medias. Los operarios tienen mucho trabajo por hacer en el tramo comprendido entre el puente de la Princesa (que divide Legazpi y Usera) y el de Toledo. Por la zona sur del río hay dos franjas calientes: la margen del río junto a las naves del Matadero y el tramo que va desde el nuevo puente en forma de espiral hasta el puente de Toledo. Junto a las naves del Matadero todavía hay poco movimiento. Sin embargo, en la zona del nuevo puente la actividad es frenética. Todo el espacio que lo rodea está cortado, y no se puede volver al paseo del río hasta la altura del estadio Vicente Calderón, aproximadamente. Hay que seguir por la calle Antonio López.

En el puente de Toledo es donde más movimiento se veía esta mañana. Alrededor de medio centenar de operarios, entre ellos muchos jardineros, se dedican a arar, allanar terreno, plantar flores y cuidar y regar los árboles. También los técnicos limpian y terminan de preparar las nuevas instalaciones. Los vecinos se alegran por la finalización de las obras. Muchos pasean ya por las zonas que, a falta de algún remate, están casi acabadas: faltan sanecanes (papeleras y bolsas para los excrementos de los perros), zonas infantiles delimitadas y con señales de edad y algunas vallas, también de seguridad para los más pequeños. Remates que estarán listos, probablemente, para mediados de abril.

07/02/2011 20:03 Miguel Angel Rodriguez Urosa Enlace permanente. sin tema No hay comentarios. Comentar.

El Ayuntamiento se convertirá en museo

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Desde que el alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, decidiese abandonar la casa consistorial para trasladarse al Palacio de Cibeles, un edificio que se "sitúa a la vanguardia del pueblo madrileño", la Casa de la Villa no ha hecho más que perder lustre.

Unos años después del traslado, con casi todos los funcionarios fuera y a pocos meses de estrenarse el nuevo salón de plenos que aún se mantendrá en el antiguo inmueble, el Ayuntamiento ya tiene un plan de rehabilitación del edificio para reabrirlo como museo a todos los madrileños. Solo falta que haya dinero, porque el proyecto, calculan, costará, nueve millones de euros.

"La remodelación se ha planteado para devolver al edificio su estructura original", explica el director general de Patrimonio Cultural, Juanjo Echeverría, mientras recorre los pasillos de "aspecto ceniciento". "La Casa de la Villa ha sufrido múltiples ampliaciones porque se diseñó demasiado pequeña para ser la sede del Ayuntamiento de la que era la capital del reino. Dada la complejidad de las funciones municipales le han estado colocando añadidos durante siglos y le han dejado la peor imagen posible", continúa el arquitecto.

La actuación principal del proyecto consistirá en demoler el llamado patio de cristales para que el edificio, obra de Juan Gómez de Mora, recupere su estructura de claustro original, un diseño casi idéntico al del Palacio de Santa Cruz, el actual Ministerio de Exteriores.

Para ello, se abrirán también todos los arcos cegados de la primera planta y se demolerán los espacios, que se han desaprovechado al haberse dividido en compartimentos, para convertirlos en amplias dependencias diáfanas para el paseo del visitante. Tras la reforma y con una mirada al cielo se podrá disfrutar desde la primera planta de las impresionantes vidrieras del taller francés de Maumejean que ahora techan el patio de cristales.

La plaza trasera

El salón de plenos se mantendrá prácticamente igual aunque Echeverría se alegra de eliminar la tribuna de invitados, "de aspecto cochambroso de cine de los 60". El graderío de butacas se cambiará por una plataforma más llana que, aunque se pierda visibilidad, mejorará el aspecto del salón, según el director general.

A la rehabilitación del inmueble, último paso del Plan Director que se redactó en 2005 para la restauración de todo el entorno de la Plaza de la Villa, le seguirá la transformación de su infrautilizada plaza trasera, flanqueada por la calle de Madrid y la calle de la Traviesa. El aparcamiento subterráneo, cubierto por una amplia y desierta explanada de granito, ha dejado de tener sentido para los responsables municipales. Si es que algún día lo tuvo.

La plaza, frecuentada antes por los conductores de los concejales, se transformará radicalmente para que adquiera la vida que nunca tuvo

La plaza, frecuentada únicamente por los conductores de los concejales que echan allí el cigarrillo, se transformará radicalmente para que adquiera la vida que nunca tuvo. Echeverría no da detalles, "se barajan varias opciones", pero el replanteamiento del espacio tiene como principal objetivo que el aparcamiento se llene y que los turistas dejen de pasar de largo. Las posibles ofertas bailan entre la gastronomía y la cultura. La ampliación que se hará del pasadizo que recorre los costados de la Casa Sefarad-Israel y la Casa de la Villa ayudará, sin duda, a que lo que allí se instale pueda verse desde la calle Mayor.

Cuando la Casa de la Villa abra sus puertas gratuitamente al público nos encontraremos ante una nueva sección del Museo de Historia, el antes llamado Museo Municipal. La idea es que el visitante recorra a través de tapices, cuadros, presentaciones multimedia y visitas guiadas la vida y obra de los regidores de la ciudad y los secretos de la vida consistorial. Desde Francisco Luján a Ruiz- Gallardón.

La fecha en la que el antiguo Ayuntamiento será, como matiza Echeverría, "patrimonio visitable", es imposible de concretar, pero hay interés en que sea cuanto antes. Los presupuestos de este año no dejan resquicio alguno para una nueva inversión, pero fuentes municipales admiten que es un proyecto que les gustaría inaugurar durante la próxima legislatura.

La Casa Cisneros se abrirá en breve

Mientras tanto, la Casa Cisneros, que compró el Conde de Peñalver, ante las estrecheces de la vecina Casa de la Villa, abrirá sus puertas en las próximas semanas. El edificio, construido por el sobrino del cardenal Cisneros en el siglo XVI, se rehabilitó en 2009 como primer paso de la transformación de la plaza y es la nueva sede de la Secretaría del pleno y de parte de la Agencia Tributaria.

Cuando la Casa de la Villa abra sus puertas gratuitamente al público nos encontraremos ante una nueva sección del Museo de Historia

Los 4,3 millones de euros que costó el proyecto de recuperación, se han invertido en restaurar los pavimentos de madera, sustituir viejos mármoles por parqué, recuperar las escaleras revestidas de azulejos del siglo pasado y en abrir cada una de las estancias que, como en la Casa de la Villa, se fueron compartimentando ante la falta de espacio.

En la Casa Cisneros, conectada con la Casa de la Villa por un pasadizo de piedra construido en 1915, se han destinado unos 900 metros cuadrados de exposición. El visitante podrá sentarse en el despacho original del alcalde en el que fugazmente llegó a instalarse Gallardón, paseará entre una de las colecciones de tapices flamencos más importantes y podrá admirar con detalle cada uno de los retratos de los regidores madrileños que se expondrán a lo largo del amplio pasillo de entrada. La Casa de la Villa también tiene una preciosa biblioteca que se enriquecerá con fondos históricos del cuartel de Conde Duque.

08/02/2011 11:55 Miguel Angel Rodriguez Urosa Enlace permanente. sin tema No hay comentarios. Comentar.

Amanece el nuevo Egipto

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Ahmed acudió ayer temprano a la plaza Tahrir (Liberación). Colgado del pecho llevaba un cartel en el que se leía en inglés: «Perdonen las molestias, construimos Egipto». Como otros miles de jóvenes, Ahmed respondió al llamamiento hecho en las páginas de Facebook y en la radio pública -hace apenas dos días adicta al régimen y desde ayer revolucionaria-para limpiar la plaza y avenidas adyacentes de basura y piedras, tras 18 días de intensas protestas.

Al caer la noche, el centro de El Cario lucía más limpio que nunca, algo insólito en esta ciudad donde el espacio público siempre se ha utilizado como vertedero. El espíritu de cambio ha calado hondo en los egipcios, que tras tumbar sin disparar un solo tiro a Hosni Mubarak, no han dudado en arremangarse, conscientes de que para reconstruir el país y consolidar la revolución será necesario el trabajo y la colaboración de todos.

Fueron miles las personas que armadas con escobas, recogedores y bolsas de plástico se acercaron a Tahrir. Ayer, ya no hizo falta mostrar la documentación y someterse a un cacheo.

«Antes del 25 de enero este no era nuestro país, sino el de ellos, de Mubarak y los suyos. Ahora sentimos que es nuestro», afirma Ahmed. Mientras unos barrían, otros se dedicaban a pintar de color blanco y negro los bordes de las aceras y las líneas discontinuas de las avenidas. También había una brigada especial que recomponía con adoquines los parterres hechos añicos que sirvieron como cantera para armar con piedras a los resistentes que se defendieron de los ataques de los matones del régimen. Una cadena humana impedía a los transeúntes molestar el trabajo de los voluntarios.

El campamento

Algunos de los manifestantes que han hecho de Tahrir su trinchera durante los días de protestas levantaron ayer sus tiendas de campaña y regresaron a casa. Pero todavía hay muchos que no piensan deshacer el campamento hasta que la junta militar que ha tomado el control del país responda a las reivindicaciones del Movimiento 25 de enero: dejar sin efecto el estado de excepción, reformar la Constitución y organizar elecciones libres y democráticas.

«Estoy feliz y orgulloso del pueblo egipcio», dijo a este diario George Ishaq, un veterano activista fundador de Kifaya (Basta), un movimiento democrático formado por intelectuales y jóvenes universitarios que a mediados de la década pasada fue duramente reprimido por el régimen. «Confiamos en los militares porque son parte del pueblo. Pero estaremos muy atentos a las decisiones que tomen para adoptar entonces las nuestras. Mientras tanto se mantiene la lucha», añadió mientras se abría paso entre el gentío.

Altos mandos del Ejército y tropa se mezclaron ayer también entre la multitud. A las órdenes de los uniformados, grandes camiones grúa desmantelaron las barricadas formadas por planchas metálicas y vehículos carbonizados que hasta ayer protegían el recinto. Los niños se subieron a los carros de combate para que sus padres les inmortalizaran con sus cámaras junto a los soldados, más relajados que nunca.

Las muestras de reconocimiento y recuerdo a los mártires de Tahrir siguen muy activas en la plaza. Tres jóvenes artistas componían en una gran tela extendida sobre el asfalto un mural en recuerdo a los más de 300 muertos de la revolución. La gente depositaba rosas rojas. A pocos metros, otra cadena humana protegía un gran grafito con la frase Libertad sin militares.

Tráfico habitual

Fuera de Tahrir, El Cairo vivió una jornada tranquila, con el tráfico habitual y gran parte de los comercios abiertos, aunque los bancos siguen cerrados. Las brigadas de limpieza también habían llegado a otras zonas de la ciudad, como a la plaza Sayeda Zeinab, sede de la mezquita del mismo nombre, levantada en el siglo XIV y que es una de las más bellas de esta ciudad.

«Hace dos días que los vecinos limpiaron las calles de esta zona», dijo Haney, que regenta una tienda de productos de limpieza. Sobre el mostrador del comercio había un pequeño cartel impreso en ordenador con la frase: Ayer era manifestante, hoy trabajo para reconstruir Egipto.

 

13/02/2011 17:49 Miguel Angel Rodriguez Urosa Enlace permanente. sin tema No hay comentarios. Comentar.

XXI edición del Festival de Arte Sacro de la Comunidad de Madrid

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Una veintena de espectáculos procedentes de once países acercarán al público la liturgia ortodoxa griega, la mística persa y la cultura mandinga en la "XXI edición del Festival de Arte Sacro de la Comunidad de Madrid", que homenajea a los compositores Fran Liszt, Tomás Luis de Victoria y Manuel Angulo.

"La variedad y la diversidad van a ser protagonistas de este festival, vamos a tener la oportunidad de ver manifestaciones artísticas de nuestro país, pero también de fuera de nuestras fronteras, que nos darán otro punto de vista diferente", ha explicado Concha Guerra, viceconsejera de Cultura de la Comunidad de Madrid.

La programación comprende 34 citas: 24 conciertos, 2 funciones de teatro, tres de danza y cinco proyecciones cinematográficas, que incluyen estrenos en España.

En el festival participarán orquestas, compañías, coros, agrupaciones y solistas nacionales e internacionales procedentes de Alemania, Argentina, Colombia, Guinea, Irán, Francia y Grecia, entre otros.

En esta edición se rendirá homenaje a tres compositores: Manuel Ángulo, que estrenará en primicia su obra "Soledad sonora", de la mano del Coro de la Universidad Politécnica de Madrid y la Orquesta Académica de Madrid.

El segundo de los homenajeados será el compositor abulense Tomás Luis de Victoria, a quien coincidiendo con el 400 aniversario de su muerte se le dedican dos programas, "Pasión según San Mateo" y "En el centenario de Victoria y Polifonía española del siglo XX", con un total de cuatro conciertos.

En tercer lugar, y con motivo del bicentenario del nacimiento del compositor húngaro Franz Liszt, se han organizado tres programas monográficos, entre los que destaca la versión original, por primera vez en España, de su "Réquiem" a cargo del Coro de Voces Graves de Madrid y los organistas Patricia Mora y Juan Miguel Martínez.

Además, el festival acercará al público la música tradicional bizantina de la mano del Coro Bizantino Griego en el concierto "Bizantium. Cantos de la liturgia ortodoxa griega".

El grupo "Zarbang" presentará su espectáculo de música y danza persa mística contemporánea "Into the Vast" acompañado por la bailarina Bajafsheh Sayydad.

En teatro se podrá ver el "Auto de la siliba Casandra" de la mano de "Nao d'amores", espectáculo donde se mezcla lo litúrgico, con lo cómico y profano.

El apartado cinematográfico estará compuesto por un ciclo de cinco largometrajes, que será proyectado en el Ateneo de Madrid: "Ordet", "El séptimo arte", "Diálogo de carmelitas", "Viridiana" y "La canción de Bernadette".

El festival se celebrará entre el 28 de febrero y el 11 de abril, en 23 espacios históricos laicos y religiosos de nueve municipios madrileños, incluyendo la capita

21/02/2011 16:48 Miguel Angel Rodriguez Urosa Enlace permanente. sin tema No hay comentarios. Comentar.

El Carnaval de Madrid

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El Carnaval de la ciudad de Madrid de este año, que se celebrará a partir del 4 de marzo, tendrá como tema central la locura e invitará a los madrileños que participen en las diferentes actividades incluidas en su programa a perder la cabeza, según ha informado este miércoles el Ayuntamiento de la capital.


Como todos los años, las fiestas comenzarán con dos pasacalles que partirán, respectivamente, de plaza Mayor y Puerta del Sol, y a los que seguirá la inauguración del Carnaval a partir de las 19 horas en la plaza de la Villa.


Además, se celebrarán una vez más el tradicional baile de disfraces del Círculo de Bellas Artes, el festival REC de música electrónica y el Gran Desfile de Carnaval, que en esta ocasión recuperará su recorrido habitual desde el parque de El Retiro.


La delegada de Las Artes de la capital, Alicia Moreno, presentará este jueves a las 12 horas la programación completa en el Templete de Música de El Retiro.

 La inauguración se producirá el 4 de marzo a las 19 horas en la Plaza de la Villa. El espectáculo continuará esa misma tarde (20.30 horas en la Plaza Mayor) con el espectáculo de teatro de calle y fuego ’Odysseus o el viaje imaginario’, de la compañía Karnavines.

Las salas de La Noche en Vivo (del 3 al 5 de marzo) y, en particular, el Satélite Arena de la Casa de Campo (5 de marzo, de 21 a 06 horas), acogerán REC Madrid 2011, el carnaval electrónico.

El gran desfile de Carnaval se producirá el 5 de marzo a partir de las 19 horas. Recorrerá el paseo de coches del Retiro, O´Donnell, Alcalá, Cibeles, Recoletos y Colón. También se realizará un concurso de disfraces a partir de las 23 horas en el Salón de Baile del Círculo de Bellas Artes.

El 6 de marzo habrá un encuentro de murgas y chirigotas de Madrid a las 12 horas en la plaza del Callao y juegos para niños en la Plaza de Oriente de 11.30 a 14.30 horas.

La Banda Sinfónica Municipal de Madrid dará su concierto extraordinario de Carnaval el 8 de marzo a las 19 horas en el Teatro Monumental. Por último, el Entierro de la Sardina será el día 9 a las 18 horas.

24/02/2011 13:33 Miguel Angel Rodriguez Urosa Enlace permanente. sin tema No hay comentarios. Comentar.

Nueva exposicion Museo del Prado

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Maestro del detalle, del momento íntimo y silencioso, de interiores pacíficos, cotidianos, Chardin es uno de los más destacados pintores franceses del siglo XVIII. El Museo del Prado reúne por primera vez en España 57 de sus obras en una exposición exquisita.

La peonza, a un lado, da vueltas próxima al borde de la mesa. En una primera mirada cuesta verla, pincelada amarillenta y precisa cerca de los libros, el papel, el tintero y la pluma; movimiento diminuto que se amplifica de repente en medio de una escena donde el resto permanece estático. O casi. Porque al observar al joven protagonista -adolescente vestido a la moda elegante del XVIII francés, niño absorto en el movimiento caprichoso de la peonza-, al fijar los ojos sobre su mano derecha, deslumbra el gesto apenas perceptible de esos dedos pulgar e índice que se rozan delicados y describen un transcurso que se está escapando en el momento mismo de verlo: hace un instante los dedos lanzaban el juguete. Entonces cada cosa se acopla a su lugar en su justa medida y aflora aquello que define la pintura de Chardin, algo que no olvidan quienes la han mirado con la atención que exige.

Su aparente falta de relato termina por ser una narración extraordinaria que ha quedado flotando en ese instante

Porque a veces Chardin, el pintor de bodegones por excelencia, tan reproducido en calendarios, postales y cajas de dulces, de tan popular -sobre todo desde mediados del XIX- pasa desapercibido, dando por hecho que quien pinta género y bodegones pinta temas menores que no pueden competir con los Grandes Relatos. ¡Naturalezas muertas!... cuadros para burgueses con gustos mediocres. Estos díasel Museo del Prado muestra al mejor Chardin de la mano de Pierre Rosenberg, comisario de la muestra, y sólo con pasearse por las salas, con mirar sin prejuicios, con acercarse a través de esa mirada contemporánea que sabe, que ha aprendido, cómo las pequeñas historias ocupan un lugar de privilegio dentro de la gran narración cultural, queda clara la fuerza delicada de este artista, uno de los grandes maestros del XVIII francés.

Aunque Chardin es mucho más que un nombre célebre de la Historia del Arte. Así que busco una palabra capaz de definir eso preciso y volátil, cotidiano y sublime, inmóvil y danzante de su pintura y no la encuentro porque todas las definiciones aluden a una paradoja. Lo antiheróico, lo antinarrativo. O todo lo contrario: la habilidad de crear historias donde no había historias de partida. No termina de aflorar la palabra que defina esta pintura contenida, prodigiosa y absorta. Tiempo suspendido. Quizás sea ésta la cualidad que consigue definir eso que ocurre sobre cada cuadro de Chardin cuando los ojos menos avezados llegaron a pensar que no pasaba nada. Su aparente falta de relato termina por ser, más bien, una narración extraordinaria que ha quedado flotando en ese instante privilegiado que Chardin captura como pocos, cierta "magia" de la cual no llegaba a entender nada, decía desconcertado Diderot.

Una narración extraordinaria termina por ser Dama tomando el té, cuadro emblemático del Museo de Glasgow que sólo en rarísimas ocasiones viaja. La protagonista, personaje como siempre ensimismado, se concentra en su taza humeante, absorta en un espacio que, de nuevo, no precisa del espectador para completarse. La obra, de una intensidad inusitada bajo su apariencia banal, captura nuestros ojos en el instante intrascendente en el cual se concentra el tiempo completo, como cuando soñamos despiertos. ¿Qué más da que la silla denote una perspectiva torpe -algunos dirían que porque Chardin, en tanto bodegonista, nunca tuvo la formación exigida para pintar escenas de género?-. El gesto es tan bello, la sensación tan intensa -como cuando soñamos despiertos-, que no podemos apartar los ojos de ese tiempo que está presente, sí, pero ha dejado de transcurrir.

Tiempo suspendido el de la maestrita y el niño, el del joven haciendo la gran pompa de jabón, el de las madres y los adolescentes en los pequeños cuadros; el de los bodegones maravillosos donde un gato insolente se entromete en la escena con gesto altivo -tal y como ocurre en La raya, asombrosa pintura de gran formato y considerada una de las obras maestras de la primera época-. Tiempo suspendido en Los preparativos para el almuerzo, entre los jarros de agua y el cristal transparente y admirable de los vasos, cristalerías sencillas que, frente a los lujosos objetos importados de los holandeses -de algún modo el referente histórico de Chardin-, no hablan de viajes lejanos ni de historias míticas, sino de existencias corrientes que transcurren entre fresas, melocotones y jarrones de loza blanca y azul. Pero igual que ocurriera en la Holanda del XVII, algo ha cambiado: la nueva clase en ascenso, moderna, eficaz y hasta discreta, necesita nuevas fórmulas de representación. De hecho, llama la atención en Chardin esa aludida modernidad que se muestra en el interés por niños y jóvenes, impensado hasta ese momento al ser la adolescencia una invención del siglo XVIII francés; su tratamiento casi irónico de asuntos relativos a la cultura, como sus monos pintores y anticuarios; o sus imágenes de madres laboriosas que tan bien se ajustan a lo que Carol Duncan llama "las madres felices", una figura retórica femenina que cultiva el XVIII francés como iconografía ejemplarizante frente a la decadencia parisina. Es la crisis de los Grandes Relatos que el XIX retoma en la pintura de historia, brevemente, hasta que la llegada del XX nos aniquila para siempre.

Quizás esa modernidad pueda ser una de las razones por la cuales Chardin nunca ha sido tan conocido en España frente a su popularidad en países con una clase media más desarrollada e instruida como Inglaterra, Suecia o Rusia que, con Catalina la Grande a la cabeza -coleccionista además de Chardin-, no tardó en adherirse a las nuevas ideas ilustradas. La modestia existencial del pintor tampoco contribuiría a su fama en el extranjero: nunca viajó mucho. Pese a todo, desde hace algunos años ha sido tema reiterado entre los investigadores anglosajones más originales en sus lecturas de la pintura del XVIII, tanto tiempo denostada, desde Micheal Fried a la reivindicación de los bodegones como un género en absoluto menor de Norman Bryson. La propuesta misma de trabajo para Chardin, "pintar lo que se ve" y "enseñar al ojo a mirar la naturaleza", es en el fondo lo que sigue asombrado hoy, la "magia" que desconcertaba y hasta irritaba a Diderot, quien en plena batalla por las jerarquías de los géneros pictóricos se sentía incómodo frente a su atracción irresistible hacia una pintura de bodegones. No en vano, en una de sus obras más audaces, los Salones, defendía con entusiasmo las naturalezas muertas de Chardin gracias a la vivacidad de sus pinturas, igual que le había "salvado" en sus Ensayos sobre la pintura: con frecuencia Chardin incorporaba el bodegón a una escena en la cual se mantenía la presencia humana, máxima jerarquización en pintura.

Y sin embargo, al observar la gran cantidad de cuadros donde la figura humana ha sido excluida en la producción de Chardin, la argumentación del gran crítico del XVIII parece más bien una mera excusa. Quizás lo que atrajo a Diderot, lo que él vio y las convenciones de la época no quisieron dejarle ver, fue esa modernidad sin precedentes de obras como La tabaquera, una joya que resplandece en el recorrido cronológico del Prado tan adecuado para Chardin, un hombre de orden, que al final de su vida y por problemas en los ojos tuvo que pintar al pastel. El conjunto de objetos de fumador -tal vez propiedad del pintor mismo- habla de un propietario ausente, cuya presencia a través de sus pertenencias en sin embargo irremediable: a menudo al hablar de nosotros nos camuflamos tras un vacío. Luego, al dejar las salas del Prado nada volverá a ser como antes. Lo supo ver Proust, uno de los más fervientes admiradores del maestro Chardin: "Cuando uno ha visto a Chardin, no sólo ve únicamente la belleza de una comida burguesa, sino que cree que no hay poesía sino en las comidas sencillas, y retira la vista cuando ve unas joyas".

Chardin. 1699-1779. Museo del Prado. Paseo del Prado, s/n. Madrid. Del 1 de marzo al 29 de mayo

26/02/2011 11:37 Miguel Angel Rodriguez Urosa Enlace permanente. sin tema No hay comentarios. Comentar.

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